DUMÉZIL, DIFICULTOSO PARA EL HOMBRE COMÚN por EKELEDUDU

Portada de EL DESTINO DEL GUERRERO: ASPECTOS MÍTICOS DE LA FUNCIÓN GUERRERA ENTRE LOS INDOEUROPEOS

Debo reconocer que la lectura de esta obra me resultó confusa al principio, aunque no por culpa del autor, que tiene mucho renombre y de quien sólo conocía yo, y de oídas apenas, su faceta de historiador. Si uno supone que fue ésa su única ocupación e intenta entender EL DESTINO DEL GUERRERO en base a ese dato, está listo, porque entonces no entenderá adónde quiere llegar Dumézil, por más que hable en un lenguaje perfectamente comprensible. En realidad, Dumézil era además filólogo, cosa que la inmensa mayoría de sus lectores forzosamente saben, porque éste es un libro de nivel universitario. Ahora bien, la gente de la calle, como yo, puede también sentir curiosidad por conocer al menos a un autor de tanta fama. Empecemos entonces por definir a la filología. Según Wikipedia, es una ciencia que "se ocupa del estudio de los textos escritos, a través de los cuales intenta reconstruir, lo más fielmente posible, el sentido original de los mismos con el respaldo de la cultura que en ellos subyace". Además, si uno es neófito en la materia y consulta por el señor Dumézil en la ya mencionada Wikipedia, leerá que "Comparando los antiguos mitos de numerosos pueblos indoeuropeos, desde los textos (conocía unas treinta lenguas), demostró que obedecían a unas estructuras narrativas muy similares que traducían una visión de la sociedad dividida en tres funciones: la función sagrada-jurídica, la función guerrera y la función de producción". Esto aflora en EL DESTINO DEL GUERRERO, pero igual ambas aclaraciones son cruciales para terminar de entender la obra. Dicho todo esto, podemos meternos con la misma.

Decíamos que consta de tres ensayos cuya temática es la segunda función, la función guerrera. El primero de estos ensayos, SERVICIOS, confronta primero el mito romano de los Horacios y los Curiacios con el hindú de Indra y Trita con el de Tulio Hostilio y Mecio, destacando las similitudes entre los mitos comparados, y las relaciones de la función guerrera con las otras dos. Se concluye que durante la realización de una proeza guerrera, por la misma o a consecuencia de ella, el héroe se excede e incurre en algún pecado grave. En cada caso, las comparaciones se hacen primero sobre la marcha, pero se sintetizan luego en un cuadro sinóptico. A ése le sigue FATALIDADES, donde asistimos a una nueva comparación, en este caso entre Indra, Starcatherus y Heracles, y en los tres pecados cometidos cada uno de ellos. Se retoma aquí el tema del pecado, como se ve, aunque con distinto enfoque: el héroe se excede se excede simplemente porque su grandeza lo obnubila al punto de no tener en cuenta que también él debe ceñirse a ciertos límites, y ni siquiera tiene la excusa de la hazaña para pecar. En el caso de Heracles, por ejemplo, el primero de los tres pecados es dar muerte a sus propios hijos cegado por una locura rabiosa que lo acomete cuando el Oráculo le ordena cumplir con doce trabajos que deberá imponerle Euristeo (aunque la versión que yo conocía a través de GRECIA Y ROMA: HÉROES, de Gonzalo Fernández de León, sostenía, si mal no recuerdo, que había sido al revés: que la imposición del Oráculo era justamente un castigo por dar muerte a sus hijos). Por último, el tercer ensayo, PROMOCIONES, nos habla de las recompensas que trae aparejada la consumación de la hazaña, y hablamos ahora, sobre todo, de las recompensas espirituales: la gloria, el honor, la elevación por encima de los demás mortales.

Según hemos dicho, este libro tiene nivel universitario. Por lo mismo, quienes no somos universitarios, no dominamos treinta idiomas como el Profesor Dumézil y quienes no dominamos la escritura griega y/o los caracteres rúnicos, podemos vérnosla en figurillas y hasta sentirnos irritados cuando el autor hace notas citando textualmente obras en lenguas no castellanas, "aclaraciones" que en verdad no hacen sino oscurecer. Es cierto que otros autores hacen cosas parecidas, pero me parece que Dumézil ya se pasa de exasperante. ¿Puede saberse, por ejemplo, qué manía es ésa de referirse al dios THOR como PORR?... Carajo, ¡Thor es Thor, y sanseacabó! Y supongo que, por lógica, otra deidad cuyo nombre se transcribe como "MI(letra griega que no conozco)RA", es MITRA... ¿Pero quién lo parió a este tipo? ¿Por qué no llamar al pan, pan y al vino, vino?

En suma, es posible que EL DESTINO DEL GUERRERO justifique ampliamente su fama y la de su autor, pero yo no soy la persona más calificada para evaluarlo. Si igual lo hago, es porque, ya lo dijimos, el hombre común tiene todo el derecho del mundo a interesarse por este libro tanto como alguien de mayor formación cultural. Al hombre común está destinada esta reseña, que completaremos añadiendo que a quien se acerque a EL DESTINO DEL GUERRERO más le convendrá no ser un novato en mitología (ésa sería la bolilla que faltaba para no entender nada) y que, quien ya tenga algún conocimiento del tema, encontrará aquí, cómo no, valiosa información adicional. Que es, desde mi humilde punto de vista, el mayor acierto de este libro.

Escrita hace 11 años · 0 votos · @EKELEDUDU le ha puesto un 8 ·

Comentarios

@ hace 11 años

Eno (letra griega) disimo estas!!!!! y Thor es Thor y el diablo se lo lleve. Lo maravilloso es que lo terminás! Mis respetos.

@lucero hace 11 años

Soy yo que me fui y me sacó.

@EKELEDUDU hace 11 años

Ah, ¿eras vos? Sí, lo terminé. Costó, pero lo terminé.