UNA BIBLIOTECA DE VERANO por Fouquet

Portada de UNA BIBLIOTECA DE VERANO

Casi poesía autobiográfica
Valoración: @@@@Muy Bueno

Tengo una relación contradictoria con los libros breves. Por un lado, no siendo “rica”, me disgusta gastar catorce euros en un libro que sé que me lo terminaré en un par de horas, que si es bueno, lamentaré que no se haya desarrollado más alargando un poco el placer de la lectura. Pero, por otro lado, las obras breves, además de una satisfacción inmediata de inicio y resolución, suelen destacar por su capacidad para condensador lo esencial (“Lo breve si bueno, dos veces bueno”).

Con Una biblioteca de verano he experimentado ambas sensaciones, lamento que haya sido una lectura tan breve, pero he disfrutado de una magnífica obra desarrollada con un estilo muy peculiar.

Al lector se le presenta con una narración en primera persona un verano de una joven norteamericana (quien comparte una biografía muy similar a la de la autora), cuyos padres mueren al final de la Segunda Guerra Mundial, al ser hundido por un submarino alemán el barco en el que viajan los tres. La protagonista (así como la autora) sufre graves heridas pero logra recuperarse. Una vez finalizada la guerra, la joven decide volver a la casa de su tío fallecido, situada en un pueblo francés, de donde guarda felices recuerdos de infancia. Allí pasará el verano organizando una biblioteca provisional, mientras el pueblo recupera la suya destruida durante la guerra.

Esta historia se desarrolla breve pero profundamente, mediante efímeros pasajes en los que la protagonista reflexiona sobre la perdida, las consecuencias de la guerra, el amor y, especialmente, sobre la literatura.

Su prosa es casi poética y sin caer en la cursilería engancha con una historia realista y emocional.

El lector es arrastrado por una narración construida en brevísimos capítulos, en los que se mezclan pasajes meramente descriptivos, con ensayos sobre literatura plagados de citas, y pensamientos sentidos que apuntan a una actitud positiva ante la adversidad; destacándose así, por encima de todo, el papel del arte en la capacidad de resiliencia de las personas.

La vida de la autora (1928-1996) es ya de por sí fascinante, aunque de su obra, publicada bajo varios pseudónimos y en diferentes idiomas, sólo podamos encontrar dos breves títulos de novelas autobiográficas con los que apreciar su capacidad para transmitir y narrar.

“Libros que podrían sujetar un edificio entero (por lo que dicen y cómo lo dicen)” (M. A. Clark Bremer, 2012: 32)
“Al principio me había negado aquel viaje, finalmente había preferido el recuerdo doloroso en La Bienheureuse a un intento de olvido lejos de allí.
No iba a poder olvidar: ni lejos, ni cerca. Mejor ponerlo todo en “orden”, mejor vivir mi duelo en el lugar donde siempre había sido feliz” (M. A. Clark Bremer, 2012: 36)
“Entregarse al mundo: saltar una tapia, escarbar en busca de hormigas, leer tumbada cara al cielo… Entregarse al mundo como se entregan los niños o los locos habría de ser mi medicina” (M. A. Clark Bremer, 2012: 46)

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Escrita hace 11 años · 5 puntos con 5 votos · @Fouquet no lo ha votado ·

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