LAS ONCE MIL VERGAS por Shorby

Portada de LAS ONCE MIL VERGAS

Alguna vez he comentado por aquí (creo) que suelo huir de los libros de moda hasta que dejan de estarlo, o que me llaman la atención los libros diferentes y poco conocidos. Este pertenece a los últimos.

La verdad es que en este caso esperaba una novela erótica e incluso con escenas sexuales fuertes, aunque la portada no me pareció nada del otro mundo. Nada más lejos.

Esta es una de esas lecturas no aptas para todos los lectores, que no recomendaría a cualquiera, pero que me encantaron, ya sea porque no es del estilo de lo que suelo leer habitualmente, porque no nos tienen acostumbrados a este tipo de lecturas, o bien porque me descolocó una barbaridad.

De entrada me llamó la atención el título, y es que no salen once mil, pero sí se habla de vergas. Sobretodo de lo que hace el protagonista con la suya.
Mony Vibescu (el susodicho), es un príncipe rumano que se dedica a hacer básicamente lo que le viene en gana, ya que para eso posee un rango que se lo permite. Así, conocemos sus “andanzas” siguiendo sus instintos, sus vicios sexuales más salvajes y mórbidos. Y he de decir que no se corta un pelo.

Comenzamos de forma bastante light, con algo de masoquismo de por medio; tras ser durante un tiempo “usado” por el Vicecónsul de Rumanía y necesitado de nuevas emociones, decide viajar a Francia, a ver qué se cuece por allá. Y aquí estalla una mezcla de humor negro, transgresiones y perversiones cuyo único hilo argumental se centra en la guerra Ruso-Japonesa… que ocupa una mínima (muy muy mínima) parte del mismo.

Lo cierto es que, aunque contenga escenas extremadamente brutales y bestias, es un libro bastante divertido, de puro exagerado y descriptivo que es en muchas ocasiones. Tenemos un amplio abanico de temas tabú –sexualmente hablando-, sodomía, pedofilia, pederastia, necrofilia, sadismo… ¡Todo en tan pocas páginas!
No es de extrañar que el autor lo escribiese para darlo a conocer a un grupo restringido de amigos, pues fue, desde luego, todo un escándalo.

Publicado a principios de 1900, Apollinaire causó gran revuelo en su día, pues puede decirse que básicamente es porno duro.
Jamás había leído nada así.

Escrita hace 11 años · 3.8 puntos con 5 votos · @Shorby le ha puesto un 6 ·

Comentarios

@Tharl hace 11 años

Me hizo gracia la publicación de tus reseñas de: "Las once mil vergas" y "El catálogo de besos" una al lado de otra, jaja. Supongo que aquí Apollinaire habla de los besos que Raquel Díaz calla.

Buenas reseñas, y sobretodo curiosísimo libro. Al parecer marco mucho en su momento y aun se sigue comentando en Francia. Debió dejar bastante huella. Una amiga de mi novia hizo un trabajo en la Sorbona sobre las múltiples formas de Apollinaire de referirse a cada una de las vergas XD.
¡Once Mil en 173 páginas!, eso sí que es saber economizar las páginas.