NOSOTROS, LOS PAPA(NATAS)LAGI por EKELEDUDU

Portada de LOS PAPALAGI

El presente libro se publicó por primera vez en alemán durante la segunda década del siglo XX, y era la traducción de varios discursos escritos originalmente en samoano por un nativo, Tuiavii, jefe de la aldea de Tiavea. Tuiavii había viajado por Europa u visto con sus propios ojos cómo vivían los "Papalagi" u hombres blancos, y a su vuelta escribió esos discursos, dirigidos a la gente de su aldea y en general a los nativos de los mares del sur. No tenía intención de publicarlos, pero su amigo alemán, Erich Scheurmann, consideró acertadamente que revestían gran interés para los hombres "civilizados", si así podemos llamarlos, y los reunió, los tradujo al alemán y los publicó. O al menos, eso dijo él; otros aseguran que el autor fue el propio Scheurmann, aunque yo no lo creo.

Imaginemos un niño de no más de tres o cuatro años que al ver a un hombre descomunalmente gordo o con un naso de proporciones exageradas, manifiesta a voz en cuello su casi escandalizado asombro ante semejantes desmesuras. No se burla; sólo describe, con una sinceridad harto incómoda, pero muy cabalmente, lo que está viendo, y si provoca risas, es sólo por esa sinceridad apabullante, desoladora e inoportuna, no porque intente ser mordaz. Lo mismo sucede con Tuiavii. Su intención era advertir a los polinesios que su estilo de vida era correcto, y que no se dejaran seducir por las fabulosas promesas de vida mejor y civilizada de los papalagi; y para ello cuenta lo que vio durante su viaje por Europa. Viéndonos a nosotros mismos a través de sus ojos, los "civilizados" parecemos absurdos, ridículos y locos; es decir, más o menos como somos en realidad. Nuestro estilo de vida es cualquier cosa menos sano; nosotros mismos lo advertimos a veces, pero Tuiavii, con querible ingenuidad, hace que se vea todavía mucho peor. Por supuesto, es inevitable sonreír, como al oír al niño exclamando a voz en cuello su total asombro ante la vista de una dama demasiado voluminosa, y es todavía más inevitable porque Tuiavii, para que su pueblo entienda cosas que nunca vio, recurre a comparaciones infantiles para describir, por ejemplo, cómo son esas ciudades donde vivimos los papalagi (recordemos que se dirigía a personas que habitaban en humildes chozas. Pero apagadas las risas, e incluso cuando éstas ciguen resonando, es imposible no advertir sabiduría en sus palabras. Tiene toda la razón: la así llamada "civilización" ha sido más perjudicial que útil al género humano, y sobran motivos para envidiar a los salvajes que aún queden en el mundo.

Esta edición viene acompañada por ilustraciones, éstas sí satíricas, del caricaturista Joost Swarte, que terminan de poner por el suelo cualquier imagen digna que quedara en pie del estilo de vida de los papalagi. Con dibujos y todo, no es un libro muy extenso, apenas setenta y nueve páginas, pero su valor es inmenso. EL PRIMER DOCUMENTO ANTOGLOBALIZACIÓN DE LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD, como se pregona desde la tapa, es mucho más que eso: también es UN ESTUDIO CRÍTICO ORIENTADO ANTROPOLÓGICAMENTE, como afirman los editores en una nota preliminar. Pero además, es un libro para reír y reflexionar; quizás también, cómo no, para llorar la progresiva desaparición de todas esas culturas que van siendo civilizadas. Y fundamentalmente es un libro para replantearse el verdadero y definitivo significado de la palabra vida; para preguntarse si estamos VIVIENDO o sólo EXISTIENDO, y si de verdad queremos continuar así. No es poco, ¿no? Y menos aún teniendo en cuenta que el autor era "un inculto e ignorante nativo"....

Escrita hace 11 años · 5 puntos con 2 votos · @EKELEDUDU le ha puesto un 10 ·

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