UN SEGUNDO DE SOMBRA DON. por Paravestirsanto

Portada de DON SEGUNDO SOMBRA

Ricardo Güiraldes, como narrador, tiene la facultad de intercambiar experiencias. Él narra de lo que sabe por propia experiencia, o por lo que le han contado. Se siente que pone en Fabio Cáseres elementos de su propia vida e interioridad, mientras que narra su conocimiento de Don Segundo, como personaje de la realidad vivida. El otro personaje omnipresente es el amor, Güiraldes es un paisajista enamorado, por eso transmite con ojos de enamorado, lo que quizás otro, podría contar más crudamente, de una realidad que es otra. De un hijo ilegítimo, hace a un niño dejado por cuestiones de estudio al cuidado de unas tías, y por el desprecio oculto hacia la mujer, que lo maltrata o abandona, busca una identidad en el hombre, que idealiza en Don Segundo.
Es hermoso ver a través de sus ojos, estampas campestres, conocer giros peculiares del habla gauchesca, dentro del marco de una historia que habla de amistad, respeto y admiración por la experiencia de un hombre mayor, que va a enseñarle sobre el valor, el honor, la lealtad y el respeto al prójimo.
Fabio Cáseres le da tanto valor a lo aprendido que teme que el dinero le haga perder su identidad, su libertad de peregrino; sentimiento quizás experimentado por el mismo Güiraldes en algún momento de su vida.

Especie de El guardián entre el centeno pero versión campo argentino. A leerlo al sol o a la sombra da lo mismo.

Escrita hace 11 años · 4.5 puntos con 2 votos · @Paravestirsanto le ha puesto un 8 ·

Comentarios