YAGA Y EL HOMBRECILLO DE LA FLAUTA por Shorby

Portada de YAGA Y EL HOMBRECILLO DE LA FLAUTA

Siempre digo que soy –y he sido- muy Barco de Vapor, de hecho tengo todos los libros de cuando era pequeña todavía en casa. Hay una parte de la estantería reservada para ellos.

En esta historia, Yaga es una bruja mala, que cuando se mosquea –y cuando no- toca su trompeta para expandir malas ideas a través de su melodía… que a su vez se transforma en pájaros negros que sobrevuelan la ciudad.
Entonces la gente corre a encerrarse en sus casas, pero de nada sirve; todos acaban de muy mal humor.

Un buen día, aparece un hombrecillo, chiquitín (y muy salao, me encantan las ilustraciones). Construye una casita, con su jardín y su banco, en el que se sienta a diario a tocar su flauta; de ella, salen pájaros de plata, que sobrevuelan la ciudad, propagando en esta ocasión, buenos propósitos… cosa que a Yaga no le gusta nada.

Así, se decide a ir a visitar al hombrecillo, pues todo el mundo escucha su flauta y no la trompeta. Le convence de que es tan minúsculo que parece un sapo, y atormentado, nuestro pequeño personaje le pide que le convierta en un hombre grande, cosa que ella hace encantada... pero él ya no puede tocar su flauta, pues es demasiado chica para sus dedazos.

Un cuentito simpático, acompañado con ilustraciones de Pablo Echevarría, la mar de graciosas.
Perfecto para los más peques, aunque yo lo guardo con mucho cariño.

Escrita hace 11 años · 4 puntos con 1 voto · @Shorby le ha puesto un 5 ·

Comentarios

@BriGid hace 11 años

Estos son la clase de cuentos que guardamos con mucho cariño toda la vida en nuestras memorias, magnífica y dulce reseña.