MOJU, LA BESTIA CIEGA por Shorby

Portada de MOJU: LA BESTIA CIEGA

Nuestro protagonista es un invidente, de aspecto tosco y desagradable, un escultor entre cuyas perversiones destaca su macabra obsesión con las mujeres. Su obstinación no es otra que embaucarlas y dominarlas, para más tarde probablemente, deshacerse de ellas.
Se dedica a plasmar las formas femeninas, pero para ello, debe tocarlas y memorizarlas a través del tacto, así que se hace pasar por masajista, logrando convencer a unas cuantas. Sin embargo, su obsesión ahora es una bella bailarina, a la que desea modelar con suma perfección, por lo que decide invitarla a su taller…
El lector se ve atrapado, junto con la chica, en una enorme habitación, adornada y rellena de miembros de todo tipo y tamaño; eso sí, todos ellos femeninos, pasando por brazos, piernas, ojos, bocas e incluso tetas (unas cuantas además), colocado todo ello a modo de esculturas de lo más excepcional.

Así, nos vemos envueltos, al más puro estilo slasher, en una espiral de depravación, orgías de sangre, desmembramiento, erotismo, barbarie e incluso una pinceladita de humor negro, que nunca viene mal.

Sin embargo, hacia poco más de la mitad del libro, la historia cambia completamente, no del todo en argumento, sino de ambientación… deja atrás la atmósfera malsana (que personalmente, me encanta) y convirtiéndose poco a poco en una especie de cuento, enfermizo por supuesto, acompañado además de ilustraciones la mar de curiosas. Tengo que decir que no me acaba de convencer este giro, pero no por ello deja de gustarme la novela.

Una obra retorcida y elegante, al más puro estilo pulp –digamos- a la oriental, que viene de la mano de un autor especializado en el género literario “erótico, grotesco y sinsentido” (sí, literalmente, aunque para los japoneses era un género solamente reservado para arte y literatura… hasta que apareció este hombre) y que a su vez que admira a escritores de la talla de Allan Poe o Sir Arthur Conan Doyle, y eso se nota.

Finalizo comentando sobre su adaptación cinematográfica, llamada Blind Beast, dirigida por Yasuzo Musumura en 1968. Muy aceptable, aunque hay unas cuantas.

Escrita hace 11 años · 4.3 puntos con 4 votos · @Shorby le ha puesto un 8 ·

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