¡MUÉRDEME! por Shorby

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El autor de esta reseña ha idicado que contiene spoiler, mostrar contenido.

Primero vino “La sanguijuela de mi niña”, después continuó con “¡Chúpate esa!” y el cierre de la trilogía viene con la novela que traigo hoy.

Atención, aviso que inevitablemente, esta reseña contiene spoilers de las dos novelas anteriores.

Comenzamos en el mismo punto en que terminó la anterior entrega: con San Francisco amenazada por un vampiro. Sin embargo, no es un vampiro cualquiera, es un gato enormemente gordo, que se está dedicando a transformar a todos los mininos que se cruzan con él –o a los que monta-.
Teniendo en cuenta que Abby Normal (la niña gótica chalada) y Perro Fu (su novio o esclavo sexual, como ella prefiere decir), cubrieron de bronce a Jody y Tommy (los vampiros protagonistas de la saga), ellos y sólo ellos pueden poner fin a esta masacre. Y quizá Jared, su amigo gay. También los Animales (ex-vampiros). Y ¿por qué no?, puede que incluso les ayude el Emperador.

Se agradece el comienzo, donde Abby nos hace un pequeño resumen de lo ocurrido en los otros dos libros a través de sus “Crónicas de Abby Normal”, que no son más que entradas a su blog personal.

Así, se mantiene el mismo hilo argumental –obviamente, con cambios en la trama, nuevos personajes y demás-, donde esta vez nuestros protagonistas deben aniquilar a la horda de gatos que está acabando con las prostitutas y mendigos de la ciudad.
Junto a Abby y Fu, los policías Cavuto y Rivera intentan –otra vez- torpemente cumplir con su trabajo, siempre y cuando no despierten sospechas entre sus compañeros sobre lo ocurrido anteriormente con criaturas de la noche; por otro lado están Tommy y Jody (que no desvelaré cómo escapan), “ayudados” en cierto modo por los Animales y cómo no, nuestro Emperador con sus hombres, un personaje que me encanta.

Como Moore nos tiene acostumbrados, tenemos una narración fresca llena de humor absurdo, irónico y chorra a más no poder, que no a todo el mundo gusta ni engancha (una pena); entre tacos, individuos desquiciantes, situaciones rocambolescas o cameos de personajes aparecidos en otras de sus novelas, se cierra esta trilogía, manteniendo la misma línea, sin bajar el listón, en su punto justo y tan habitualmente desenfadado.

Un libro (trilogía) que recomiendo, pues es un autor que me encanta; es de esas lecturas que, antes de leer, estoy segura que voy a disfrutar. Y así es.

Escrita hace 11 años · 0 votos · @Shorby le ha puesto un 7 ·

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