LA MEJOR CRÍTICA CONSTRUCTIVA QUE SE HA HECHO A LA IGLESIA por EKELEDUDU

Portada de VICARIOS DE CRISTO: LA CARA OCULTA DEL PAPADO

Crimen imperdonable del mundo editorial de habla castellana: la serie de libros de Neil Boyd acerca del padre Duddleswell, pintoresco párroco irlandés que oficia en una iglesia rural (serie integrada por "BLESS ME, FATHER", "A FATHER FOR CHRISTMAS" y otros), jamás fue traducida a nuestra lengua, no obstante haber sido, en su momento, un formidable éxito en Inglaterra, donde incluso conoció una versión serial televisiva. Quienes no hablamos inglés pero tuvimos acceso a los pocos fragmentos que aparecieron publicados en la versión mexicana del SELECCIONES DEL READER'S DIGEST a fines de los '70 y principios de los '80, lo lamentamos de veras: esos breves extractos dejaban con ganas de más.

Todo lo cual viene a cuento porque tras el seudónimo de Neil Boyd, responsable de dicha saga literaria, se hallaba Peter de Rosa, autor de VICARIOS DE CRISTO: LA CARA OCULTA DEL PAPADO, el libro que comentamos en esta ocasión. Y que no es hostil a la fe, a la religión, ni al sacerdocio y ni siquiera al Papa (lo contrario sería asombroso, dada la temática y el tono general de la saga antes mencionada), pero que, habiéndose ordenado como sacerdote católico, se vio obligado más tarde a colgar los hábitos en razón de profundas discrepancias y desilusiones que aquí expone, como él mismo aclara en la nota para el lector que se lee al inicio, no en condición de enemigo, sino de amigo. Esto confiere más valor a casi cualquier cosa que tenga que decir porque, aparte de que a los enemigos se los atiende muy a desgano, sobrevuela siempre la sospecha de que cuanto éstos digan estará distorsionado por la malicia, la ira o el prejuicio. La censura que viene de un amigo, en cambio, es la de alguien que ama al censurado, pero que ya no puede seguir callando los reproches que acumula contra él.

Y ¡Dios mío!, ¡qué no dice Peter de Rosa a lo largo de estas casi quinientas páginas! Muchos de los espinosos temas que toca ya son casi rutinarios: la Cruzada contra los Albigenses, la Inquisición, las depravaciones de Alejandro VI. Otras son menos trilladas, pero igualmente las han tratado algunos autores en obras ya comentadas aquí; caso del llamado Sínodo Horrendo o Cadavérico, del que nos hablaba Jorge Ledesma en ¡ACUSO AL INVASOR!, o la loca, absurda tarea de reescribir la Biblia que emprendió Sixto V, que conocimos a través de TRAIDORES A CRISTO. LA HISTORIA MALDITA DE LOS PAPAS, de René Chandelle; aunque del buen Sixto, Peter de Rosa cita otros actos poco honorables, entre ellos su forma de asegurarse la tiara papal en el cónclave en el que salió electo, método muy similar al que, en la ficción de LOS REYES MALDITOS, de Maurice Druon , permitía al cardenal Jacobo Duéze convertirse en el papa Juan XXII. Y ya que de este último hablamos, no hallamos en Vicarios de Cristo... mención alguna de las circunstancias en que resultó electo, pero sí de sus heréticas doctrinas y de su posterior retractación, hecho insólito este último si tenemos en cuenta que se presume que los papas son infalibles.

Un papa de once años; el siniestro y cuasi todopoderoso Inocencio III y la cúspide del poder papal; la paranoica reacción de Pío X frente a los avances de la ciencia y el injusto rigor con que castigó a George Tyrrel y Alfred Loisy; el ominoso silencio de Pío XII ante el Holocausto; todo eso y mucho más desfila a lo largo de este libro. La posición de la Iglesia frente a temas polémicos y candentes como el divorcio, el celibato sacerdotal o la homosexualidad, es revisada con inteligencia y mesura, sin el menor ápice de fanatismo, destacando en particular su imparcial y extensa disertación acerca del aborto, que supera incluso, a mi parecer, a la de Piergiorgio Odifreddi en POR QUÉ NO PODEMOS SER CRISTIANOS Y MENOS AÚN CATÓLICOS, que ya era notable aunque el libro no conformara por otras razones.

En ningún momento se deja llevar de Rosa por la ira o el sarcasmo. Cuando puede, dice algo bueno de cada papa cuyo pontificado examina, pero sin vacilar acto seguido en pasar revista a sus fallos, entre el dolor y la vergüenza ajena.

VICARIOS DE CRISTO... es, en suma, una obra que yo calificaría como de lectura obligatoria para los católicos. En cuanto a los detractores de la Iglesia, les sugeriría que tomaran ejemplo de Peter de Rosa; porque así es como se debe criticar, sin la menor piedad pero también sin acaloramientos ni ironías. Casi diría que la lectura de este libro produce ganas de desertar de la grey católica, hasta que uno recuerda que la Iglesia no son sólo los nada infalibles papas, sino también las Misioneras de la Misericordia y los salesianos, el padre Duddleswell y Don Camilo. Y, cómo no, todos los Peter de Rosa y José Guillermo Mariani que luchan por cambiar cosas dentro de la Iglesia, habiendo abandonado sus filas o no, y que merecen que, en respaldo, los católicos de todo el mundo nos plantemos de cara al Vaticano y digamos al unísono: "Así no".

Escrita hace 11 años · 4 puntos con 1 voto · @EKELEDUDU le ha puesto un 10 ·

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