EL DESASTRE TERMINA DE DESGRANARSE por EKELEDUDU

Portada de LOS REYES MALDITOS VI: LA FLOR DE LIS Y EL LEÓN

Inglaterra, 1328. El joven Eduardo III Plantagenet, rey teórico del país gobernado en realidad por el barón Roger Mortimer, amante de la Reina Isabel, está uniéndose en matrimonio con la joven Felipa de Hainaut. Eduardo no ha asumido plenamente el poder real debido a su minoría de edad, e Inglaterra está cada vez más harta de los excesos de Mortimer, en tanto que el joven rey no está muy conforme con ser apenas una figura ceremonial. Mientras tanto, en Francia agoniza Carlos IV, último de los hijos del Rey de Hierro, sin dejar heredero varón.

Roberto de Artois, quien viene gobernando Francia en nombre del débil monarca, convoca, a la muerte de éste, a un Consejo destinado a dirimir la sucesión. Roberto ha urdido intrigas y dispensado sobornos y promesas a diestra y siniestra para asegurar que ascienda al trono el candidato que a él le conviene: su primo y amigo Felipe de Valois, de quien, a cambio, espera que le devuelva el Artois, indebidamente retenido aún por su tía Mahaut. Para su desgracia, en el consejo están presentes el astuto obispo Adán Orleton, quien viene a reclamar los derechos al trono francés de la reina Isabel merced a que ésta es hija de Felipe el Hermoso, y la propia Mahaut, quien saca a relucir los derechos de Juana de Borgoña, hija de Luis X -si lo es realmente, ya que se la ha sospechado de bastardía- y de la reina Margarita. Pero cuando se insiste en que las mujeres no pueden reinar, Orleton reformula su reclamo, esta vez en nombre del joven Eduardo III; y si bien el Consejo termina eligiendo a Felipe de Valois, se acaban de dejar sentadas las pretensiones de Eduardo al trono de Francia, que desatarán la Guerra de los Cien Años.

Mientras tanto, Felipe de Valois se convierte en Felipe VI de Francia e intenta cumplir todas y cada una de las promesas que le allanaron el camino al trono, y fundamentalmente la que le hizo a Roberto de Artois. Pero sabiendo éste que Felipe hizo a Eudes de Borgoña, pariente político de Mahaut, la promesa de que no se reabriría el juicio por el Artois a menos que Roberto no aportara nuevas pruebas en su favor, se verá obligado a falsificar documentos demostrando la legitimidad de sus derechos. Y lo malo es que, aparte de que en dicha falsificación intervienen demasiadas personas que podrían confesar, Mahaut, que destruyó los verdaderos documentos, sabe por supuesto que son falsos, e intentará probar que lo son. Y tiene una astuta cómplice en Beatriz de Hirson.

Las cosas, sin embargo, parecerán volcarse en favor de Roberto cuando Beatriz, harta de servir a Mahaut, harta de su soltería y harta de todo, excepto de la brujería y de los placeres del sexo, lo seduce y se transforma en su amante. Por Roberto, Beatriz llegará a envenenar a Mahaut y a la última hija de ésta, Juana de Poitiers. Para su desgracia, en vano: ahora es la nieta de Mahaut quien reclama el Artois.

En Inglaterra, mientras tanto, Mortimer comete la torpeza de hacer ejecutar sin conocimiento de Eduardo III al tío de éste, Edmundo de Kent, tras tenderle una trama para que parezca un traidor a la Corona. Es la gota que rebasa el vaso: Eduardo III y un grupo de jóvenes nobles terminan arrestando, en los aposentos de la Reina, a Mortimer, quien posteriormente es ejecutado a su vez. Eduardo es ahora, en todo su significado, el único e indiscutido Rey de Inglaterra. Pero el discutido será, de nuevo, el Rey de Francia: las cosas no tardarán en ponerse feas para Roberto cuando cometa la torpeza de desairar a Beatriz, quien se ha enamorado de él sin ser correspondida, y que para vengarse dará cierta información a la nieta de Mahaut. Todas las trapacerías de Roberto quedarán al descubierto, y cuando Felipe VI ya no pueda apoyarlo y lo declare proscrito, se desquitará de éste refugiándose en Inglaterra para persuadir a Eduardo III de que insista con sus reclamos por el trono francés. La Guerra de los Cien Años está en marcha.

Honestamente, creo que este volumen debería haber sido el último de LOS REYES MALDITOS; hay un séptimo, DE CÓMO UN REY PERDIÓ FRANCIA, que comentaremos en su debido momento, pero del que podemos adelantar que es más aburrido que contar cubitos de hielo. Por lo que respecta a LA FLOR DE LIS Y EL LEÓN, mantiene la calidad de los cinco volúmenes anteriores: descripciones minuciosas de personajes, de ambiente y de intrigas; humor sutil e irónico; notas históricas y demás; por lo que dejará satisfechos a los lectores de la serie. O no, no sé, pero no por culpa del autor. Sencillamente, se trata de una novela histórica, y la Historia a veces es testigo de muchas injusticias que el novelista, en la medida de lo posible, tiene que retratar tal cual ocurrieron. Eso es todo.

Escrita hace 12 años · 0 votos · @EKELEDUDU le ha puesto un 10 ·

Comentarios

@PYLY hace 12 años

¡Qué buen resumen! Yo lo leí hace un tiempo y ya no recordaba muy bien los detalles, así que me lo has refrescado perfectamente. Pero creo que deberías haber puesto el spoiler ¿no? Lo cuentas todo, y si alguien que no lo ha leído aún lee tu reseña para saber tu opinión ya no va a necesitar leer el libro. Espero no haberte molestado, es que me sorprende que no hayas usado el spoiler teniéndolo disponible.

@EKELEDUDU hace 12 años

La verdad, puede que tengas razón; y sin embargo, te aseguro que a veces se me hace difícil discernir en qué casos debo usar la advertencia del spoiler. Por ejemplo: en una novela histórica cuyo protagonista es Napoleón, ¿qué adelanto al referir que el libro termina cuando muere en Santa Elena? En este caso consideré, sí, la posibilidad de advertir sobre un spoiler. Pero terminé decidiendo que no hacía falta (quizás equivocadamente, no sé) porque que la trama de LOS REYES MALDITOS desemboca en la Guerra de los Cien Años de ninguna manera es un secreto para los seguidores de la saga: de algún modo se anticipaba sobre el final del primer capítulo de EL REY DE HIERRO, el que narraba la entrevista entre Isabel de Inglaterra y Roberto de Artois para hacer público el escándalo de las princesas adúlteras. Se decía allí que ambos serían los principales artífices de la Guerra de los Cien Años. Como en mi resumen no anticipo el destino de TODOS los personajes, ni adelanto el curioso epílogo en el que se narran las desventuras de Giannino Baglioni, mi criterio fue que no hacía falta prevenir del spoiler, pero no necesariamente ese criterio fue acertado. Gracias de todos modos por el comentario y, es más, cuando el sistema lo permita, seguramente me guiaré por él y advertiré del spoiler; que yo sepa, este tipo de modificaciones todavía no puede hacerse. Saludos.

@PYLY hace 12 años

Bueno, va a ser que no estamos de acuerdo. Imagina que la persona que coge tu novela histórica no sabe o no recuerda dónde murió Napoleón. Se lo has destripado. De todas formas yo no me refería al hecho de que las intrigas de los personajes terminen en la Guerra de los Cien Años, sino precisamente a lo que urde cada uno en contra de los demás. Para cuando cuentas que empieza la Guerra ya has contado también todo lo que han hecho casi todos los personajes. Eso sí, admito que te has limitado a los personajes históricos. Y de todas formas la decisión es tuya, no hace falta que me hagas caso. Independientemente de todo esto, donde sí estoy completamente de acuerdo contigo es en que el séptimo volumen sobra. Me ha encantado tu comparación de su lectura con el hecho de contar cubitos de hielo. Estoy convencida de que la intención inicial de Druon era terminar la saga con el sexto libro. De hecho, termina la historia central y escribe un epílogo contando cómo termina todo para el resto de los personajes. Para mí que la editorial le "obligó" a escribir el séptimo para aprovechar el tirón. Lo que ya no sé es si fue a propósito o no, pero desde luego es un auténtico bodrio. No quise terminarlo. Hace tiempo que leo por diversión, y no por obligación, así que si algún libro me aburre, paso al siguiente, que no me va a dar tiempo a leer todo lo que quiero antes de morir, así que no me puedo permitir desperdiciar el tiempo con lo que no me gusta. Y esta saga, hasta el sexto libro, me encantó. Saludos a ti también.

@EKELEDUDU hace 12 años

No se me había ocurrido la posibilidad de que Druon lo hubiera escrito por exigencia de la editorial pero, ahora que lo decís, no suena nada descabellado. Y admito que tampoco se me hubiera pasado por la cabeza que alguien pudiera ignorar u olvidar que Napoleón murió en Santa Elena. Sinceramente, yo tampoco terminé DE CÓMO UN REY PERDIÓ FRANCIA. Leí los primeros capítulos y acto seguido me salté hasta el final. nos vemos, muchachita, y gracias por todas tus apreciaciones en las que, incluso discrepando, se aprecia la intención constructiva.

@PYLY hace 12 años

De nada. Es un placer hablar de libros, auque sea discrepando.