LOS TEJEDORES DE CABELLOS por Shorby

Portada de LOS TEJEDORES DE CABELLOS

Primera y acertada novela de este hombre. Un autor inteligente que nos brinda una fábula concisa y dura sobre la naturaleza del poder, la arrogancia y la inercia histórica; narrada de forma escueta, lúgubre, desasosegante y cargada de eterna desesperanza.
Y con todo, extremadamente recomendable, incluso si no te gusta el género.

Son muchos los críticos que han interpretado el libro como un reflejo de la Alemania natal del escritor, ya que vemos el totalitarismo, la tradición opresiva, el culto al gobernante o la lucha contra el poder absoluto plasmado en cada página, lo cual es bastante comparable con la realidad, aún siendo ciencia-ficción contemporánea.


Nudo a nudo y día tras día, los artesanos de nuestra historia conciben, como tradición propia, espectaculares alfombras de cabellos a las que dedican toda una vida de trabajo, cuya única materia prima es el pelo de sus mujeres, concubinas e hijas. Costumbre remontada a generaciones, y cuyo único fin es servir de tributo al temible Emperador. Un hábito que da sentido a la vida de todo un planeta, usurpando al mismo tiempo su libertad.

Esta es la base de la novela. Un interesante relato, que carece de protagonista, narrado de forma cuidadosa y diferente, atrapándonos desde las primeras páginas sin ningún tipo de florituras, incluyendo buenos diálogos y una prosa grata y elaborada. La estructura es poco habitual, cargada de tramas y personajes independientes, todos ellos muy bien construidos, en donde cada uno obedece a una tradición.
En cada capítulo interviene una persona distinta, con puntos de vista e intereses propios que aparentemente no tienen nada que ver entre sí. Sin embargo, a lo largo del libro se irán atando cabos bajo una atmósfera angustiosa y a la vez exquisita, de forma que se nos va proporcionando la información necesaria para ser absorbidos por la lectura hasta llegar a un final de los que te deja con la boca abierta.
Todos los relatos quedan entrelazados a la perfección y de manera muy elegante, dando sentido a toda la historia.

A destacar especialmente el capítulo “El palacio de las lágrimas”, escueto, conciso e impactante.


En fin, una joya vaya.

Por cierto que es una pena que Eschbach no sea anglosajón, ya que de ser así, sería bastante más conocido. Pero esto ya es otra historia.

Escrita hace 12 años · 0 votos · @Shorby le ha puesto un 10 ·

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