LA SANGUIJUELA DE MI VIDA por Shorby

Portada de LA SANGUIJUELA DE MI NIÑA

Después de la gambaza metida por la editorial, tenemos “La sanguijuela de mi niña” primera parte de la trilogía vampírica de Christopher Moore (la segunda es ¡Chúpate esa!, editada poco más de un año antes).

La historia comienza con Jody, una joven atractiva que no sabe vivir sin un hombre a su lado, sea o no un patán.
De la noche a la mañana, se ve convertida en un vampiro, perdida, sin saber qué hacer… y con una sed espantosa. Así pues, lo primero que necesita es satisfacer sus necesidades nutricionales y tras ello, un esbirro que pueda ayudarla, ya que según amanece ella cae en coma hasta el ocaso, esté donde esté. Y entonces aparece Tommy.
Tommy es un chico de fuera, un lugareño joven e inexperto, que llega a la ciudad acompañado de su deseo de ser escritor y del cual nos encariñamos antes de darnos cuenta, dejándonos momentos muy buenos a lo largo del libro.

Entre todos los personajes que aparecen, la mayoría de ellos miedosos y disparatados, tenemos la presencia del Emperador, un vagabundo que participa a modo de cameo en varios de los libros de Moore, pero que aquí tiene más importancia, lo cual se agradece. Acompañado de sus hombres -dos perros llamados Lazarus y Holgazán, armados con cazos y cacerolas a modo de armadura, dispuestos a luchar protegiendo la ciudad de su Emperador-, ayuda a Tommy y a los Animales (los compañeros cafres de trabajo del chaval, que forman un grupo bastante curioso), cediéndonos escenas realmente graciosas.

La novela combina elementos sobrenaturales y humorísticos, con un toquecillo de romanticismo que le viene muy bien a la historia.
Como siempre, Moore regala diálogos hilarantes y situaciones absurdas típicas de cualquier serie B, dándole un punto de vista diferente a una temática tan trillada, resolviéndola bastante bien.

Por último, aconsejar a los pobres –me incluyo- que leyeron la segunda parte antes, que la relean tras esta.

Escrita hace 12 años · 0 votos · @Shorby le ha puesto un 8 ·

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