ZOOLOGÍA MORALIZANTE por EKELEDUDU

Portada de EL FISIÓLOGO

Como dijimos al comentar BESTIARIO MEDIEVAL, la obra que nos ocupa ahora fue precursora de un género propio del Medioevo, el bestiario, que se suponía de carácter científico, pero que está muy alejado de un ensayo de zoología actual, y que tenía sobre todo propósitos aleccionadores en materia de moral o religión. Consistía en descripciones de animales -y a veces de algún vegetal o mineral-, algunos de los cuales existen realmente, mientras que otros son fruto de la fantasía de aquellos tiempos; y de cada una de esas descripciones se extraía alguna lección fundamental en la vida de un cristiano.

Al comienzo de esta edición tenemos un prólogo en el que se nos habla un poco de la obra en términos generales, de su relación con la Cábala. No podemos decir que no sea interesante; pero tal vez hubiera sido preferible extenderse menos sobre el particular y en cambio añadir notas explicativas a cada capítulo. Por ejemplo, otras ediciones explican, para quien no lo sepa, que la conducta de la hiena, tal como se la describe en EL FISIÓLOGO (se nos dice que a veces se comporta como macho y otras como hembra) tiene su origen en la dificultad que entraña distinguir a un sexo de otro en esa especie. También, cuando la descripción de una bestia parece referirse a una que existe realmente, muchas ediciones lo aclaran. Sería el caso, por ejemplo, del caradrio, que se cree que podría ser algún ave común al que se atribuyen características fantásticas.

Esta edición no incluye este tipo de datos. Lo máximo que proporciona son el capítulo y versículo del libro de la Biblia al que remite la lección que supuestamente se aprende de cada una de las criaturas que desfilan a lo largo de EL FISIÓLOGO. Sinceramente, pudo haber sido mejor; no obstante, como después de todo no es un libro tan fácil de conseguir -al menos en Buenos Aires- démosnos por conformes, simplemente, con contar al menos con esta edición.

Escrita hace 12 años · 0 votos · @EKELEDUDU le ha puesto un 10 ·

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