PSEUDOCIENTÍFICO Y MORTALMENTE ABURRIDO por EKELEDUDU

Portada de LA CORTE DE LUCIFER

Si es difícil catalogar este libro, al menos es más fácil definir qué no es: un libro científico. Y no porque lo diga yo, sino porque el propio autor lo admite al final de su obra, al citar la bibliografía. También estaremos describiendo hechos puntuales al aclarar que no se trata, como podría deducirse a partir de su ciertamente tentador título, de una exposición medianamente ordenada de cultos y ciencias perseguidos, reprimidos y/o prohibidos por la Iglesia; y de hecho, no hay nada más desordenado que este libro, ni aún el cuarto de un hijo adolescente. En cuanto a su contenido,.es errático; y su estilo, al menos para mí, soporífero.

¿De qué se ocupa, concretamente, LA CORTE DE LUCIFER...? A lo largo de un viaje a través de distintos lugares de Europa, el autor va citando episodios mitológicos, históricos o reflexiones personales a menudo tiradas de los pelos, traídos a colación en referencia a algo visto u oído en el paradero de turno, todo ello sin ton ni son. Algunos de los temas que toca el autor son interesantes, pero expuestos por él se vuelven aburridos. En líneas generales prevalece un tono añorante del pasado pagano de Europa, pasado contra el que nada tengo, como tampoco, al menos en principio, contra el neopaganismo; pero un pasado pagano tal como Rahn lo imagina sin duda existió sólo en las mentes fantasiosas de personas como él. No en vano en el estudio preliminar incluido por los editores se hace hincapié en que el autor era un romántico; aunque paradójicamente allí mismo asistimos a la increíble contradicción de avalarlo como libro científico serio. O son ensoñaciones, o es ciencia. Ambas cosas a la vez, no.

Mucho de lo que se dice en LA CORTE DE LUCIFER... tiene que ver con el Santo Grial o con Thule en su sentido más mítico o legendario; y si no tiene que ver, Rahn se apresurará de todos modos a hallarle una fantástica relación. Recordemos que el Santo Grial sería una copa o cáliz usado en la Ultima Cena o en el que se recogió la sangre de Jesucristo (dependiendo de la versión) y que sólo pueden hallar los puros de corazón. En tanto, Thule, topónimo que algunos escritores utilizaron para designar un lugar que se supone podría ser Escandinavia, ha pasado a ser, en ciertas absurdas especulaciones racistas en las que por supuesto el nazismo se apresuró a abrevar, la patria de los arios. En ambos casos, por lo tanto, se trata más de concepciones místicas o seudomísticas que de algo a lo que medianamente se pueda calificar de rigor histórico. Básicamente, a lo que apunta el autor es a que los arios eran o son nobles y puros y, por consiguiente, los legítimos poseedores del Grial.

En descargo de Rahn debe señalarse que en ningún párrafo se dedica a vomitar odio o denuestos contra las razas no arias. Su racismo, aunque innegablemente tonto, es más bien inocente en sí mismo, aunque peligroso por la inspiración que pudiera sugerir en individuos más desequilibrados. El simplemente se dedica a venerar y loar a sus preciados arios. Que el hecho de tener una piel más blanquita o más oscurita, poseer ojos claros u oscuros o ser rubio o moreno se tome como parámetro para establecer la superioridad de un determinado grupo de individuos por encima de los demás, por lo pronto habla más del cerebro de nuez que posee quien hace tales especulaciones, que de la pretendida superioridad étnica; pero en tanto tan pobres conjeturas no vengan acompañadas por ataques a los seres humanos hipotéticamente "inferiores", no pasan de ser una descomunal estupidez. Y es el caso de este libro, que de todos modos gustó mucho a las altas jerarquías del Tercer Reich y, es más, parece que Himmler incluso volvió obligatoria su lectura. Y es que creo que LA CORTE DE LUCIFER... no puede gustar más que a esos ridículos que se obstinan en rebuznar acerca de mantener estricta separación racial y proclamar la preeminencia de la muy blanquita raza aria sobre las demás.

El propio Rahn militó por breve tiempo en las SS hasta 1939. En el ya mencionado estudio preliminar se habla un poco de ello y de otros datos biográficos del autor, aunque empleando tantas veces las palabras se dice que, que dicho estudio produce la misma sensación de inconsistencia y escasa credibilidad que el libro propiamente dicho. No obstante, es creíble que Rahn, como se nos asegura, haya presentado su dimisión en las SS por diferencias políticas y/o ideológicas con el nazismo, ya que el contenido general de LA CORTE DE LUCIFER... lo revela más bien como un cándido delirante. Por desgracia, sus delirios fueron gratos a gente temible y sin duda seguirán seduciendo a quienes gusten de creer que, si se es ario, se es mejor. Esperemos que al menos se limiten a la tontería inocente, como el propio Rahn.

Escrita hace 12 años · 0 votos · @EKELEDUDU le ha puesto un 1 ·

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