NO HAY MATRIMONIO SIN INFIDELIDAD por EKELEDUDU

Portada de EL SOLITARIO

He leído cuatro libros de Guy des Cars -LA IMPURA, LA JUSTICIERA, LA VENGADORA y el que tratamos ahora- y en todos ellos es una constante argumental que hay cuando menos un asunto de cuernos matrimoniales. O la infidelidad es plaga en cierto sector de la sociedad, o el autor tiene una fijación personal y obsesiva con ese tema, o ambas. Como sea, en algún momento esa reiteración se vuelve aburrida y previsible. De estos cuatro, creo que el mejor por lejos es EL SOLITARIO, cuyo argumento gira en torno a Victor Deliot, abogado en lo correccional al que inesperadamente designan como defensor en una causa criminal. Lo designan porque nadie quiere encargarse de la defensa del acusado, Jacques Vauthier, ciego sordomudo de nacimiento y autor de una novela casi autobiográfica intitulada precisamente "El solitario" y acusado del asesinato de John Bell, joven norteamericano que iba en viaje de Nueva York a París a bordo del vapor "De Grasse" en el que también se hallaban embarcados Vauthier y su esposa Solange. Durante la travesía, Vauthier fue hallado en el camarote del joven Bell, con las manos empapadas en la sangre de éste, cuya carótida había sido seccionada con un instrumento cortante que ninguna pesquisa consiguió hallar. Las impresiones digitales de Vauthier estaban impresas en tinta por todo el camarote, y poco después él mismo se declaró culpable del homicidio.

Uno de los motivos por el que ningún otro abogado aceptó la tarea de defender a Vauthier es que, además de que no hay dudas de que él es el autor del crimen, su aspecto más bien salvaje y grotesco predispondrá al jurado en su contra. El abogado general Goirin y el fiscal Berthier, por otra parte, pintarán en su momento a la víctima con tales matices casi heroicos, que esa predisposición adversa irá en aumento. Pero existe otro motivo para no defender a Vauthier, y es que éste no quiere ser defendido, llegando incluso a agredir físicamente a cualquier abogado que intente hacerlo. Deliot, apasionándose con el caso por su grado de dificultad (a Vauthier lo pueden incluso sentenciar a muerte) comienza por leer la novela que ha escrito su cliente y la utiliza de puente para acceder al alma de éste y tratar de salvar su cabeza; propósito cuyo éxito se anticipa más que dudoso. Sin embargo, ya en pleno juicio, Deliot sorprenderá a todo el mundo anunciando que su cliente no ha cometido el crimen del que se lo acusa y del que insiste en declararse culpable sólo por proteger a otra persona a la que cree responsable del homicidio. Y yendo más lejos, el abogado afirma que tres personas tenían motivos para asesinar a John Bell: los dos mentados, que no llegaron a hacerlo por haberse anticipado una tercera persona, y esta última, el verdadero asesino. ¿De quién se trata? Es lo que Deliot deberá descubrir y exponer en su alegato.

EL SOLITARIO es un best-seller, sí, pero uno ciertamente muy atrapante. Creo que son fallas importantes del autor pintar al fiscal Berthier con una crueldad exagerada, que Legris, presidente del jurado, no intenta atemperar, en tanto que el propio Deliot no protesta ante tan injuriosos términos. También me parece exagerada la crucifixión que se hace de otro personaje que intenta suicidarse en pleno tribunal, lo que evita Deliot quitándole el arma y diciéndole que debe expiar durante todo el resto de su existencia las faltas que ha cometido. Ante tanta severidad, no queda muy claro si de verdad Deliot se propone disuadir a esta persona de sus intenciones suicidas o, más bien, la insta a tirar correctamente del gatillo. Y hay que hacer constar, por otra parte, que des Cars no da pistas a sus lectores para que éstos puedan descubrir al verdadero asesino; de modo que nadie aborde este libro para probar su sagacidad en tal sentido.

Pero en cambio son manifiestos aciertos el misterio que rodea a Vauthier, la descripción de los distintos pasos en la educación de ciegos sordomudos que describen algunos personajes y la forma progresiva en que va cambiando la imagen del acusado frente al tribunal y el mismo lector. Si aún no ha leído ninguna obra de Guy des Cars y quiere probar con una, le sugiero ésta. Pero si tras leerla concluyera que es decepcionante, no me siento en condiciones de recomendar ninguna otra, pues, sencillamente, el problema consistirá en que este autor no es de su gusto.

Escrita hace 12 años · 4 puntos con 1 voto · @EKELEDUDU le ha puesto un 8 ·

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