AL MAESTRO, CON CARIÑO por EKELEDUDU

Portada de BESTIARIO DE TOLKIEN

Afirma David Day que su intención con el BESTIARIO DE TOLKIEN era hacer "una guía útil del mundo creado por el autor, pero también un homenaje a la imaginación de un gran narrador y creador de un cosmos propio". El segundo de estos dos objetivos, desde ya, fue ampliamente alcanzado; el primero, en realidad, también, más allá de las objeciones que podamos hacerle. En todo caso, tengo una deuda personal con este libro, que en su momento me animó a leer EL SILMARILLION, que ya tenía en mi biblioteca, pero del que jamás había podido leer más que unas pocas páginas antes de abandonarlo en razón, sobre todo, de su complejidad, por lo que, nobleza obliga, debo y puedo soslayarle (aun cuando los mencione) los pequeños errores que se le hayan pasado a Day.

Talmente como en los bestiarios medievales, esta obra detalla, por orden alfabético, todas las criaturas que se mencionan en la vasta mitología creada por el autor en sus obras fundamentales, EL SILMARILLION, EL HOBBITT, EL SEÑOR DE LOS ANILLOS y LAS AVENTURAS DE TOM BOMBADIL (creo que no me olvidé de ninguna). En ese listado no sólo se incluyen animales y vegetales, sino también las distintas razas inteligentes que poblaron la Tierra Media y las Tierras Imperecederas: Elfos, Hombres, Valar, etc. Algunas de ellas figuran en tantas entradas como nombres con que fueron conocidas; así, los Hombres figuran como "Hombres" y como "Atani". En estos casos, sólo en una entrada se detalla el grueso de la información disponible, mientras que en las otras figura sólo un breve resumen en el que un vocablo en mayúsculas remite a la principal. También figuran en entradas independientes las distintas divisiones que hubiere de casa raza; por ejemplo, los Noldor, los Avari, los Telleri, etc., tendrán entradas propias, aparte de la que los agrupa genéricamente como Elfos. En cada una de las entradas se reseña los principales hitos en la historia de las criaturas de las que se está hablando. Así es como el BESTIARIO DE TOLKIEN se muestra eficaz brindando pantallazos de las mencionadas obras de Tolkien. Pero más arriba hablábamos de pequeños errores. . Para destacar en especial: no he encontrado ni un solo error de ortografía, en una época en que son cada vez más abundantes los horrores de ortografía (y, presumimos, los correctores declarados en huelga). Los errores que sí hay, muy sutiles por otra parte, están relacionados con los argumentos de Tolkien. por ejemplo, se nos dice que "Fëanor murió en la Guerra de las Joyas, lo mismo que sus siete hijos", pero esto no es exacto, porque de uno de esos siete hijos, Maglor, en ningún momento se dice que haya muerto. A otro nivel, llama la atención que se haya incluido la entrada "Kraken" en referencia al Guardián del Agua, criatura que aparece en el primer tomo de El señor de los anillos: que yo recuerde, Tolkien nunca utilizó esa palabra, aunque las similitudes entre ambas criaturas son innegables. Hay otras por el estilo, pero ninguna muy grave, como se ve. Y es muy interesante que Day optara, en el cuerpo principal del texto, por no hacer referencia a los verdaderos libros, los escritos por Tolkien, sino a la literatura ficticia mencionada por éste. El caso típico es el de "El libro Rojo de la Frontera Oeste", que se cita en lugar de EL HOBBITT o EL SEÑOR DE LOS ANILLOS . Por supuesto, no hubo que hacer ese tipo de sustituciones en el caso de, por ejemplo, AINULINDALË o el QUENTA SILMARILLION.

Al margen del cuerpo principal del texto encontramos varios anexos interesantes: dos tablas cronológicas, una abarcando la totalidad espaciotemporal de la singular mitología tolkieniana y otra más restringida, que detalla las Edades del Sol. También hay un mapa de la Tierra Media y las Tierras Imperecederas, que pretende ofrecer sólo una visión general de las mismas. Los reinos que se ven en él no existieron todos al mismo tiempo, y muchas porciones de tierra habían desaparecido en la Tercera Edad, pero es el propio autor quien nos informa de ello; por lo tanto, se esté de acuerdo o no con tal procedimiento (y yo no tengo nada que criticarle) no se puede hablar en ese caso de error. Por último, Day incorpora genealogías de las razas y reinos de los Elfos y de los Hombres. Debo confesar que jamás les eché una mirada, así que, si aquí hubiera metidas de pata, no puedo corroborarlo, e insisto: las que hubiera, no deben ser muy importantes.

Sería imperdonable no hacer referencia a las ilustraciones, obras de distintos autores. Las hay de dos clases. Acompañando al texto principal, tenemos muchas en blanco y negro, representando motivos relacionados con la entrada de turno. Con frecuencia, esas ilustraciones representan, no a un ejemplar cualquiera de la criatura de la que se está tratando, sino a alguno en especial; por ejemplo, varias ilustraciones acompañan la entrada dedicada a los Dragones, y entre ellas, una representa a Glaurung (bicho malvado si los hubo) y otra a Ancalagon. Ningún epígrafe nos lo aclara, pero sí lo hace el índice correspondiente.

Las ilustraciones a color, ordenadas en cuatro grupos, representan momentos concretos de la mitología de Tolkien. Los dos primeros grupos se ocupan de El Silmarillion; el tercero, de El hobbitt, y el cuarto, de El señor de los anillos.

Escrita hace 12 años · 4 puntos con 1 voto · @EKELEDUDU le ha puesto un 9 ·

Comentarios