OBRA MAESTRA por _926_

Portada de DEMIAN: HISTORIA DE LA JUVENTUD DE EMIL SINCLAIR
El autor de esta reseña ha idicado que contiene spoiler, mostrar contenido.

He de decir que Demian: historia de la juventud de Emil Sinclair es uno de los libros más sorprendentes que he leído. Lo que comienza como el simple relato de los tormentos de un niño de “clase bien” termina por convertirse en la crónica de todo un proceso de autodescubrimiento, no solo a nivel intelectual, sino de alma, de la naturaleza ineludible del corazón de las personas, que muchas veces negamos o desconocemos. Al principio, Sinclair comienza debatiéndose entre dos mundos, el limpio, simbolizado por dios, al que pertenecen sus padres y sus hermanas; y el oscuro, el oculto, simbolizado comúnmente por la figura del diablo, al que pertenece Franz Kromer. Pero precisamente cuando Emil cree haber renunciado definitivamente al primero para sufrir siempre entre las tinieblas del segundo bajo el tormento de Kromer, conoce a Demian, que le muestra que no existe una división tan radical entre ambos, que nada es tan blanco ni tan negro. También le descubre su don, la marca en la frente, la señal de Caín, aquella que todos temen y que tan solo poseen los iluminados, y le libra de Franz Kromer, tras lo cual ambos se separan durante, creo recordar, un par de años. Después, cuando vuelven a encontrarse, Emil es ya una adolescente, y está preparado para recibir la influencia de Demian con todas sus consecuencias. Es aquí donde las barreras se rompen, abriéndose para Emil todo un mundo nuevo de posibilidades. Ya comienza a dudar de si el mundo puede dividirse realmente en bueno/malo, ya cree entrever un nuevo camino. Pero Hesse sabía bien que el verdadero autodescubrimiento no puede ser tutelado, por eso traslada a Emil a una nueva ciudad, lejos de la influencia de Demian. Allí se encuentra perdido, se entrega al alcohol, no sabe qué hacer. Hasta que aparece Beatriz. (No creo necesario resaltar el paralelismo con la Beatriz divina de Dante, aunque Hesse no es el único que se ha inspirado en este personaje de la Divina Comedia, o al menos ha tomado su nombre para designar a una figura femenina bella e idealizada, como hizo Borges en El Aleph, con aquellas palabras que nunca olvidaré: Beatriz, Beatriz Elena, Beatriz Elena Viterbo, Beatriz querida, Beatriz perdida para siempre, soy yo, soy Borges) Y a través de Beatriz, aunque jamás habló con ella, le es revelada por fin su propia alma. Mientras intenta pintar su retrato, observa que no es ella a quien pinta. Al principio piensa que es Demian, incluso que es él mismo. El relato se va transformando, se transfigura, se convierte en una imagen masculina y femenina a la vez, contiene en sí todo el bien y todo el mal, es Abraxas, la divinidad que representa la convergencia de ambos, esa dualidad que todos llevamos dentro. Entonces conoce al organista, quien le habla de Abraxas y le revela los secretos de su culto. Pero de nuevo surge en Emil la necesidad inconsciente de librarse de esa influencia, y súbitamente, tras un comentario desafortunado de este, ambos rompen su relación. Ya está preparado, y vuelve a aparecer Demian, y la madre de Demian, aquella a la que había pintado, y con la que soñaba noche tras noche, la madre, la amante, la diosa, el demonio, la que contiene el cielo y el infierno: Frau Eva. Y Demian encuentra al fin su destino.

Una obra maestra, lo que nos deberían mandar leer en el instituto en vez de libros como Nunca seré tu héroe y chorradas por el estilo plagadas de clichés adolescentes sin ningún significado.

¿Vienes del hondo cielo o del abismo sales Belleza? (…) ¿Qué vengas del infierno o del cielo qué importa, Belleza (…) si tus ojos, tu risa, tu pie, me abren la puerta de un infinito al que amo y nunca he conocido? –Charle Baudelaire

Escrita hace 12 años · 4.1 puntos con 8 votos · @_926_ no lo ha votado ·

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