EL LEGADO DE LA ADVERSIDAD por EKELEDUDU

Portada de ¡VIVEN!. LA TRAGEDIA DE LOS ANDES

Al comentar su libro LOS TEMPLARIOS, comentábamos de qué manera extraña lo iniciaba Piers Paul Read, hablando de cosas que no parecían tener la menor relación, más que muy lejanamente, con el tema de aquel ensayo. Mucho antes de aquella obra, el autor había escrito otra, sin duda la más famosa que ha producido hasta el momento, y que es la que nos ocupa ahora; y resulta curioso que a pesar de la enorme diferencia temática entre ambos libros, se reconozca aquí la impronta del autor en esa costumbre, no de irse por las ramas, sino más bien de venir de ellas para más tarde entrar en el tema concreto. En efecto, en ¡VIVEN!, Piers Paul Read empìeza resumiendo datos geográficos e históricos acerca de la República del Uruguay y describiendo un poco en qué consiste el rugby, antes de abocarse al tema específico del libro, como si quisiera que hasta un extraterrestre totalmente ignorante acerca de muchas cuestiones de nuestro planeta pudiese entenderlo. Por si tal extraterrestre estuviese leyendo la presente sinopsis, digamos entonces que ¡VIVEN! narra la historia de un famosísimo desastre aéreo ocurrido en 1972 en Sudamérica y, más precisamente, en la Cordillera de los Andes. El avión era un Fairchild de la Fuerza Aérea Uruguaya, y en él viajaba un equipo de rugby que se disponía a disputar un partido en Chile, allegados de los jugadores y hasta alguna otra persona que nada tenía que ver con ese asunto. Se organizaron infructuosas búsquedas de restos y supervivientes, hasta que el gobierno de Chile bajó los brazos. Los familiares de los pasajeros continuaron la búsqueda por su cuenta, a veces recurriendo a métodos tan poco ortodoxos (pero válidos y comprensibles, dadas las circunstancias) como la parapsicología. Todo fue en vano. Pero mientras tanto, un grupo de supervivientes del desastre se las ingenió para mantenerse en vida en condiciones sumamente hostiles, y cuando los rigores del clima menguaron, dos de ellos, Nando Parrado y Roberto Canessa, emprendieron una osada y exitosa travesía de regreso hacia la civilización y en busca de ayuda para las otras catorce personas que aún seguían con vida.

Había muchas formas de encarar la historia. Piers Paul Read eligió mostrarlo todo a vuelo de pájaro, por así decirlo, sin hacer más hincapié en un aspecto que en otro. Esta es sin duda una de las razones por las que el manuscrito, oportunamente presentado por el autor a los supervivientes, decepcionó a éstos, quienes sintieron que "la fe y la amistad que sintieron en la Cordillera no aparece en estas páginas", en palabras del propio Read. Esto no es realmente así, pero Read eligió, como ya se ha dicho, cubrir todos los aspectos del accidente: los recursos a los que echaron mano para sobrevivir, cómo los ayudó para ello el espíritu de equipo propio del rugby (lo que explica un poco el curioso inicio del libro), la conmoción de los allegados, etc., y entre todo ello, los valores humanos que surgieron en medio de la adversidad. Es innegable, por otra parte, que el autor tiene razón al opinar que "quizás, esté más allá de la habilidad de cualquier escritor expresar la propia apreciación de la experiencia que vivieron". Como una suerte de revancha, la bellísima adaptación fílmica que conoció este libro en 1993, protagonizada por Ethan Hawke, se ciñó estrictamente al desastre y sus protagonistas, omitiendo comparsas; y en ella los valores humanos resaltan en primer plano. Probablemente no podía ser de otra manera, teniendo en cuenta que los responsables del filme contaron con el propio Parrado como asesor.

Otro posible motivo por el que los sobrevivientes se vieron defraudados al leer el manuscrito puede estribar en un hecho un poco más delicado: la antropofagia, a la que debieron recurrir los sobrevivientes para subsistir. Hoy, el tema no espeluzna tanto -casi diría que se ha pasado al otro extremo, despertando una desagradable morbosidad-, pero en 1972, causaba escalofríos. Los muchachos habían quebrantado un tabú por entonces terrible, y eso confirió al accidente una inusitada fama, merced a los acostumbrados buitres de la prensa sensacionalista. La merecía; pero de otro modo. Porque indudablemente, cuanto de bello pueda tener la Humanidad palpita aquí, en este libro; pero en cambio, en ese momento resaltó más lo otro, aun cuando Read no tocara el tema más que en su justa medida y absolviera, con lógica, a los sobrevivientes. Con el tiempo, la mojigatería, el escándalo y las discusiones bizantinas cedieron paso a lo verdaderamente importante: la hazaña que significó sobrevivir en condiciones tan extremas (a lo que rinde tributo, entre otros, el mismísimo Rüdiger Nehberg en su MANUAL DEL AVENTURERO): el valor y el espíritu de cooperación de los sobrevivientes, aun cuando surgieran inevitables fricciones entre ellos; la sensación de que allí, donde nadie sino Dios podía ayudarlos, los estaba ayudando precisamente el Unico que importaba, Dios. ¡Viven! testimonia todo ello, aunque aborde también otros aspectos que pueden tener su importancia o podían tenerla en ese momento, como repartir reconocimientos y culpas entre los de afuera, los que se mostraron solidarios en la desgracia y los que sólo crearon molestias, caso de la ya mencionada prensa sensacionalista.

Concluyamos diciendo que no es el único que otros libros abordaron el famoso desastre aéreo, siendo MILAGRO EN LOS ANDES, de Nando Parrado, y DESPUÉS DEL DÍA DIEZ, de Carlitos Páez, las visiones personales de dos de los sobrevivientes.

Escrita hace 12 años · 4.7 puntos con 3 votos · @EKELEDUDU le ha puesto un 10 ·

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