NI CASO QUE ES BROMA por sedacala

Portada de LAS AMISTADES PELIGROSAS

Bueno, bueno, quedé exhausto después de leer LAS AMISTADES PELIGROSAS, Les liasions dangereuses, traducida a veces como LAS RELACIONES PELIGROSAS y que a la vista del título francés bien podría ser Los ligues dañosos, o Los líos arriesgados. Ni caso que es broma. No me ha gustado este libro y me pregunto hasta que punto habrá influido en ello el sistema epistolar que utiliza su autor para contar la historia y me respondo que la influencia ha sido absoluta pues supongo que no hubiera abandonando la lectura a las ochenta páginas sí la narración se hubiera desarrollado por el sistema convencional y no es que lo haya dejado sin más al llegar a esas ochenta páginas sino que tenía una saturación de lenguaje galante dieciochesco que ya no podía más y mandé lejos la lectura ortodoxa y para enterarme de lo que ocurría hasta el final me lancé a una lectura en vuelo rasante de manera tal que en lugar de avanzar por las páginas al modo pedestre leyendo todo lo que me encontraba determiné que sólo me detendría allí donde mi vista se posara tal como una cigüeña se posa cuando pone su ojo en una culebra o en un ratón como si estos fueran las claves de la historia y cuando las detectaba tomaba tierra o más bien papel para ver sí la presa merecía la pena o más valía seguir volando y así unas veces cinco o seis renglones de continúo y otras una o incluso dos páginas seguidas y vuelta a despegar para seguir con tan heterodoxo sistema que hizo la lectura más entretenida aunque un tanto desafecta y no solo por culpa del correo epistolar tan frecuente en aquellos tiempos sino más por la construcción gramatical a que obliga la narración de unos hechos ideas o sentimientos por parte de alguien que no tiene más remedio que mantener un monologo continuado página tras página sabiendo que nadie le va a interrumpir y poniéndose por ello inevitablemente pesado aunque también tiene culpa el lenguaje galante que se gastaban estas personas que como eran ricos no tenían otra cosa que hacer y se dedicaban a escribir con tiempo por delante para pensar en como hacer más retorcida la frase para conseguir una estética gramaticalmente espectacular por que el vizconde y la marquesa representaban la sublimación de toda esta sociedad ociosa que con ellos se acercaba a las más altas cotas de aviesa sofisticación y los jovencitos Cecile y Danceny quedaban perfectos como alumnos aventajados que se incorporaban a esa actividad o como presas suyas que quedaban tiradas por el camino como muñecos rotos y claro por la boca muere el pez que el vizconde era uno de esos presumidos que lo cuentan todo y la marquesa como no se podía saltar las apariencias sociales lo disfrutaba en su intimidad pero nadie duda que la podredumbre de aquella sociedad trajo a los jacobinos y al reinado del terror así que enterarse de todos estos pormenores de la vida nobiliaria del siglo XVIII está muy bien pero leerse un libro de ese tamaño como sí aquellos nobles me lo contaran en sus cartas atiborradas de frases sinuosas como el puerto del Escudo es más de lo que estoy dispuesto a soportar.

Escrita hace 12 años · 3 puntos con 4 votos · @sedacala le ha puesto un 4 ·

Comentarios

@FAUSTO hace 12 años

Jeje, entonces tomo por bueno el título, pues la lectura de tu reseña me ha dejado con la lengua fuera. Ha sido un “lio arriesgado”.
Saludos.