EL LIBRO DE CABECERA DE RICO MCPATO: ¡PUROS TESOROS! por EKELEDUDU

Portada de ENIGMAS Y MISTERIOS: 13 LUGARES MALDITOS

Francamente, la única razón por la que me acerqué a este libro fue que sabía que en él se hablaba del célebre Pozo del Dinero y creí, ingenuamente, que en este libro encontraría información seria al respecto (si es que hay algo serio para decir del Pozo del Dinero; cosa que, a decir verdad, ignoro). Antes de volver sobre el tema y sobre el resto del contenido del libro, sin embargo, conviene hablar del autor, José María Ibáñez. Parece ser que éste goza de cierta fama en España, como productor radiofónico y escritor y por dirigir y presentar un programa en Radio Balear, intitulado LA REALIDAD OCULTA. Francamente, yo desconocía todos estos detalles; la única figura española involucrada en la investigación paranormal que me era medianamente conocida es Fernando Jiménez del Oso, a quien por otra parte cita Ibáñez en este volumen, en la bibliografía consultada. Como sea, estamos hablando de alguien muy aficionado a los misterios paranormales y esotéricos. De haberlo sabido, jamás habría adquirido este libro, que compré vía Internet sin, por lo tanto, haberlo podido hojear antes un poco; me parece charlatanería pura. Me encantan las historias "verdaderas" de fantasmas y monstruos cuando se cuentan como anécdotas, pero en general me aburren disfrazadas de ciencia. Aun así, habida cuenta de que no necesariamente mi mentalidad es mayoritaria, hablemos un poco de este libro para que cada uno decida si le va o no.

De tres de los "13 lugares malditos" del título se ocupó ya Daniel Cohen en su ENCICLOPEDIA DE LOS FANTASMAS: la Mansión Winchester, la Rectoría de Borley y el Castillo Glamis. Diría que, para alguien de veras interesado en los fantasmas, el último de los mentados es el único que conserva genuino interés, aunque se base más en leyendas y rumores que en hechos concretos. La Mansión Winchester, absurdo proyecto de una mujer mentalmente inestable, interesa como curiosidad; pero que se sepa, nadie, excepto la viuda Winchester, creyó de verdad que hubiera fantasmas en ella. En cuanto a la Rectoría de Borley, fue el caso que hizo al cazafantasmas Harry Price más famoso que nunca; pero tan en entredicho está la honorabilidad de éste, que conviene tomar con pinzas ese caso.

Veamos qué más hay. Abre el libro "La maldición del edificio Dakota", donde se nos habla de cierto inmueble supuestamente vinculado a lo diabólico. En concreto se dice muy poco, y lo que se cuenta, puede explicarse sin recurrir a explicaciones paranormales. Sigue "Los trece espíritus del edificio Joelma". Aquí el principal misterio a esclarecer sería de qué trece espíritus se nos está hablando, ya que contamos aquellos de los que se nos habla y ni con la mejor buena voluntad del mundo alcanzamos esa cifra. Sí, de acuerdo: trece personas murieron durante el incendio de ese edificio, pero da la impresión de que algunas de ellas descansan en paz, ya que no se las menciona explícitamente como aparecidas, con nombre y apellido. Pasamos a "El tesoro del lago Toplitz": en el fondo de dicho lago -donde se nos dice que se suceden muertes inexplicables y desapariciones, aunque la información concreta que se proporciona al respecto es más bien sucinta- los nazis podrían haber hundido más de cincuenta cajas cuyo contenido se ignora. Continuamos con "El secreto de Castel del Monte". Aquí tenemos de todo: observatorio celeste, tesoros ocultos, alquimia... En fin. "La leyenda de la Casa Matusita" nos remite a una vivienda limeña atestada de leyendas urbanas. No será para tomar muy en serio, pero entretiene, cosa que no se puede decir de "El secreto del monte Ararat": ¡¿otra vez la tienen con lo de las fotos del Arca de Noé?! ¿Se creerá novedoso Ibáñez? "La leyenda del Castillo de Glisors" nos habla de un tesoro; ¿otro más?... ¡No se entiende que haya tanto pobrerío en el mundo existiendo, como parece, un tesoro escondido per cápita. ¿Qué sigue?: "El tesoro ( Acotación mía: sí, otro más) de la Isla del Roble"; es decir, el Pozo del Dinero, lástima que, a esta altura, cualquier cosa que se diga allí pierde credibilidad ante mis ojos. "Mont Saint-Michel. El reino de las mareas" es el más potable de los trece capítulos, el que más se ciñe a hechos históricos y que, cuando nos habla de leyendas, las presenta precisamente como leyendas nada más. Pegadito a los talones, a "Palacio Barolo. Templo homenaje a la Divina Comedia" sólo le podemos hacer una objeción: ¿qué diablos le encuentra Ibáñez de misterioso? Será el aspecto, quizás, pero nada más

Todo esto es lo que hay. Debemos reconocer (y es una opinión personalísima, por supuesto) que no está para el abucheo total, pero igual no valía la pena desembolsar un miserable peso en este libro. Precisamente, sospecho que el único tesoro real en todo el asunto es el que amasa Ibáñez a costillas de perejiles como yo.

Escrita hace 12 años · 0 votos · @EKELEDUDU le ha puesto un 5 ·

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