PUJA POR EL PODER por EKELEDUDU

Portada de LOS REYES MALDITOS IV: LA LEY DE LOS VARONES
El autor de esta reseña ha idicado que contiene spoiler, mostrar contenido.

A la muerte de Luis X el Turbulento, rey de Francia, tres barones se disputan la regencia. En nombre de la pequeña Juana, hija del difunto sospechada de bastardía, su tío ell duque Eudes de Borgoña. En nombre del hijo aun no nacido de Luis y de la reina Clemencia, los dos candidatos más firmes: Carlos de Valois y Felipe de Poitiers, tío y hermano del Turbulento respectivamente. Valois, quien sólo piensa en sí mismo, asume, para lograr su objetivo, el rol de protector de la reina Clemencia, su sobrina; pero Poitiers, quien piensa ante todo en Francia, demostrará ser un tenaz opositor. Para privar a la pequeña Juana de toda pretensión al trono, y con el apoyo de los legistas que solían colaborar con el finado Enguerrando de Marigny, más el condestable Gaucher de Chatillon y Felipe de Evreux, ponen en vigencia la llamada ley sálica, que aparta a las mujeres de la sucesión al trono. Más tarde, logrará meterse en el bolsillo a Eudes comprometiéndolo con una hija suya -todavía niña, por otra parte- y doblegar a Valois.

Por desgracia, tras bambalinas, la querella de Artois, que enfrenta a la condesa Mahaut con su sobrino Roberto por la posesión de ese condado, seguirá conmocionando políticamente al reino. Mahaut, por supuesto, apoya a su yerno Poitiers, pero éste no se siente obligado, en agradecimiento, a apoyarla a ella en su querella feudal... hasta que ella le revela que es la asesina del Turbulento y que, por ende, Felipe le debe la regencia y el posible acceso a la corona en caso de que Clemencia alumbrara una niña. Por lo tanto, no apoyarla podría ser peligroso -algunos rumores de asesinato ya señalan acertadamente a Mahaut, quien podría, para vengarse de su yerno, alegar haber actuado en connivencia con éste-; y Poitiers, al comprenderlo, opta por favorecerla, llegando incluso a emplear la fuerza contra Roberto y encarcelarlo luego de que éste subleva al Artois.

Pero la alianza entre suegra y yerno, forzada al principio, se hará más sólida luego de que Clemencia dé a luz un varón, Juan I, quien en razón de su sexo se convierte en legítimo heredero directo de Luis X, frustrando las esperanzas de Felipe, quien no vería con malos ojos un segundo homicidio por parte de Mahaut. Sin embargo, el ex chambelán Hugo de Bouville, curador del vientre de la reina Clemencia, desconfía de ella. Entre él y su esposa Margarita urdirán un plan para proteger al pequeño rey, plan que involucrará a la joven María de Cressay, sin que ella sepa exactamente su papel en el asunto, y sobre todo a su propio hijo recién nacido. María ya ha sido forzada a convertirse en nodriza del pequeño rey, y cuando llegue el turno de presentar a éste ante los barones, la idea es cambiar a un bebé por otro... que quedaría así expuesto a las intenciones asesinas de Mahaut, apañadas ahora por Felipe.

LA LEY DE LOS VARONES, cuarto eslabón de la saga LOS REYES MALDITOS, es sin duda el más amargo de la serie, ya que en sus páginas asistimos a la desdicha ensañándose con los tres personajes humanamente más rescatables de la saga: María de Cressay, Guccio Baglioni y la reina Clemencia. Casi todos los demás son tan viles y crueles, que francamente uno no se conduele de lo que les pase, pero esos tres son excepciones, y la verdad es que cuesta un poco seguir adelante con la lectura después de asistir impotente a tan injustos destinos.

Por supuesto, eso no hace más que confirmar el talento de Maurice Druon, el autor, cuya habilidad para recrear el denso clima de intriga medieval, ya probado en los volúmenes anteriores, sigue siendo eficaz en éste. En razón de lo cual, más allá del dolor que inspire, la lectura continuará. A no dudarlo.

Escrita hace 12 años · 0 votos · @EKELEDUDU le ha puesto un 10 ·

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