EXPLICANDO UN POCO LA NATURALEZA HUMANA por EKELEDUDU

Portada de VACAS, CERDOS, GUERRAS Y BRUJAS: LOS ENIGMAS DE LA CULTURA

Sin duda muchas cosas en el comportamiento humano nos parecen inexplicables o les damos explicaciones absurdas o ingenuas, por no decir tontas. Así es que, según muchos de nosotros, los hindúes son unos fanáticos capaces de dejar que media India muera de hambre, con tal de que no les toquen sus dichosas vacas sagradas. O bien: Los que en el pasado creían que a las brujas había que mandarlas a la hoguera estaban todos locos. Frases como éstas a menudo lo único que prueban es la inmensidad de nuestra ignorancia que, por desgracia, no conoce fronteras, y siempre hay alguien que se encarga de recordárnoslo. Quien lo hace en este caso es Marvin Harris, un conocido antropólogo autor de varias obras de divulgación que al parecer tiene tantos adeptos como detractores. Y leyendo este libro se entiende por qué. Por un lado, VACAS, CERDOS, GUERRAS Y BRUJAS... ofrece explicaciones nada simplistas y bastante coherentes y convincentes acerca de fenómenos tales como los tabúes religiosos . En este sentido es muy interesante la que brinda acerca de la prohibición judaica y musulmana respecto a la ingesta de carne de cerdo, porque desecha otra muy extendida, según la cual la causa estribaría en los parásitos que eventualmente transmitiría dicha carne si no se cociera bien. No es que la que él propone resulte disparatada, pero temo que mucha gente sigue aferrada a la ya mencionada, que él descarta, creo yo que con bastante lógica, fundamentándose en que el consumo de carne vacuna también puede ser causa de enfermedades parasitarias.

Secundariamente, el hombre no reacciona mansamente cuando se le toca la religión que profesa. Si pocos judíos estarán dispuestos a aceptar que la prohibición de comer carne de cerdo no les viene directamente de Yahvé; si aún menos musulmanes estarían dispuestos a atribuir dicha prohibición a nada ni nadie que no fuera Alá, ello no es nada comparado con la furia visceral que tal vez acometería a algunos cristianos durante o tras la lectura del capítulo intitulado "El secreto del príncipe de la paz". Y sin embargo yo mismo, cristiano convencido, encuentro interesante aunque erróneo ese capítulo. En él, Harris expone una teoría según la cual Jesucristo no vino a predicar la paz y el amor sino que se proponía, como otros tantos que en su tiempo pretendieron ser el Mesías de Israel, liberar al pueblo judío del yugo romano por la fuerza de las armas: un objetivo bastante más terrenal y prosaico que el comúnmente aceptado. Excede el propósito de esta reseña explayarnos más sobre dicha teoría, pero repetimos que es muy interesante y hasta cierto punto lógica, si bien no concuerdo con ella y no sólo por motivos religiosos.

El capítulo más apasionante, por poco común y paradójico, es, me parece, el dedicado a los cultos cargo de ciertas islas del Pacífico. Efectivamente, algunos pueblos de dichas islas creían que sus antepasados volverían trayéndoles de regalo incontables productos materiales. Religiosos de diversas congregaciones trataron de inculcarles que la única forma de obtenerlos era el trabajo duro, pero tanto ellos como los militares de turno aprovecharon tal prédica para explotarlos. "No es fácil explicar por qué algunas naciones son pobres y otras ricas", sostiene el autor, aunque probablemente la explicación sea la tendencia del poderoso a oprimir a sus congéneres más débiles. Así somos los humanos, absurdos e incomprensibles. Lo vemos también en la anécdota, referida en el mismo capítulo, de aquel nativo al que los religiosos convencieron de que sus antepasados no eran animales, sólo para que más tarde, llevado de visita a un museo de historia natural, se sintiera engañado también en ese aspecto al ver una secuencia de imágenes que mostraban la progresiva transformación del simio en Homo sapiens. Un episodio tan tragicómico como la misma Historia humana.

Por supuesto, como todo ensayista serio, Harris incluye al final la bibliografía consultada. Y nada más resta decir, excepto que esta obra fascinará a quien se acerque a ella con la debida amplitud mental y muchas ganas de saber, o sospechar al menos, por qué la estirpe humana y su Historia son como son.

Escrita hace 12 años · 5 puntos con 2 votos · @EKELEDUDU le ha puesto un 10 ·

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