UN POEMA ÉPICO QUE INSPIRÓ A TOLKIEN por EKELEDUDU

Portada de EL KALEVALA

EL KALEVALA es el libro nacional de Finlandia, y aunque esta edición en particular le atribuya su autoría a Elías Lönnrot, otras versiones lo consideran anónimo. La verdad depende del punto de vista que se adopte, ya que Lönnrot recopiló, para escribir su obra, una serie de poemas anónimos, algunos de ellos milenarios según los expertos. Dichos poemas, hasta el siglo XIX, sólo se conocían por tradición oral, y se recitaban al son del kantele, una especie de cítara finlandesa. Si queremos verlo de esa manera, entonces, podríamos opinar que los autores del Kalevala fueron los desconocidos poetas que compusieron las obras recopiladas por Lönnrot. Sin embargo, esto no sería del todo exacto, pues éste no se limitó a ser un mero recopilador sino que, alterando algunos versos, reemplazando algunos personajes por otros, etc., dio a la obra una cierta continuidad argumental de la que de otro modo hubiera carecido, y la dividió en rapsodias al modo de La Ilíada, por la que él sentía especial admiración.

Libro lleno de giros argumentales, resumir la trama del KALEVALA sería ardua tarea. Sobre el final, la parte tal vez más interesante para el lector común es probablemente la lucha por la posesión del "sampo", artilugio mágico sumamente enigmático sobre cuyo significado hubo y habrá muchas discusiones entre los estudiosos. En el argumento se dice que es un molino que provee de grano, sal y oro y que fue forjado por Ilmarinen, uno de los tantos héroes del poema.

Otros subargumentos puede que sean conocidos para el lector, porque en ellos se inspiró Jan Sibelius para su SUITE LEMMINKAINEN y para su ópera KULLERVO. La primera de estas dos historias nos relata el viaje de Lemmnikainen, un personaje apuesto y fanfarrón, a la sombría región de Tuonela, el Inframundo de la mitología finesa, en busca de cierto cisne, algo que debe cumplir para obtener la mano de la hija de Louhi, el ama de Pohjola. Al partir hacia tan peligrosa misión, Lemminkainen deja a su madre un cepillo mágico. Cuando éste empieza a sangrar, la mujer comprende que su hijo ha muerto. No será éste, sin embargo, el fin de Lemminkainen; ya sabemos cuán fácil es volver de la muerte en la mitología y la ficción épica. En cuanto a Kullervo, su desventurada historia inspiró directamente buena parte de la historia de Túrin Turambar en EL SILMARILLION, de Tolkien; de modo que a no asombrarse si a muchos resultara familiar.

Aunque en EL KALEVALA se nos habla de héroes, tal palabra no tiene en esta obra el mismo significado que, por ejemplo, en Homero, ya que la palabra no designa necesariamente a aquien lleva a cabo hazañas guerreras sino, más bien, a un hombre esforzado y trabajador. Tales héroes son falibles, imperfectos, y en tal sentido se acercan a los hombres; pero a la vez poseen otras características más bien propias de dioses; así Ilmarinen, por ejemplo, forjó la bóveda del cielo y sin embargo, como tantos otros, aunque hace todo lo que está a su alcance para tener éxito en sus empresas, apela, por si no fuera suficiente (sic) a la ayuda del Dios supremo del panteón finlandés, Ukko. Curiosamente, en la última rapsodia de esta obra de ambientación pagana, y de forma un tanto inconexa con el resto, encontramos trazas del cristianismo pujante en la última rapsodia en la historia de Marjatta (la Virgen María) y Ruotus (Herodes).

Esta traducción en particular viene en verso; otras se consiguen en prosa. En lo personal, encuentro más amena la versión en prosa, pero ésta que estamos tratando incluye el texto íntegro, lo que no ocurre en el caso de la versión en prosa que conozco y que comentaremos oportunamente.

No recuerdo en qué orden, en la versión que tengo, la de Alianza Editorial, se incluyen una interminable introducción y un no menos interminable prólogo, que en conjunto me parecen absolutamente prescindibles, aunque debo reconocerles algunos tramos interesantes.

Escrita hace 12 años · 0 votos · @EKELEDUDU le ha puesto un 10 ·

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