UN ENSAYO CON SABOR A AVENTURA por EKELEDUDU

Portada de HISTORIA SECRETA DE LOS OCÉANOS

Aun en estos días en que, desafortunadamente, lo hemos transformado en un gran basural más, el océano sigue ejerciendo sobre nosotros cierta fascinación subyugante, producto sin duda de que muchos de sus secretos aún agurdan ser develados. Por supuesto, ni comparación con lo que solía ser, por ejemplo, para los hombres de los primeros días de la Edad Moderna, cuando los europeos iniciaban su gran etapa de descubrimientos. Embarcarse como tripulante en un nacío era entonces lanzarse a una aventura sin igual, quizás mucho más emocionante, incluso, que la actual navegación espacial. HISTORIA SECRETA DE LOS OCÉANOS se inicia, precisamente, con relatos de navegantes; más concretamente, pasa revista a algunas de las teorías acerca de posibles descubridores de América previos a Colón, para luego comentar un poco las peripecias vividas por otros navegantes que han pasado a la Historia con su nombre y apellido. Más tarde examinará naufragios famosos, nos hablará de islas y tesoros ocultos, de avistamientos de monstruos marinos y de los navegantes solitarios, esos valientes que, en el frondoso expediente legendario de los mares se han vuelto una leyenda romántica aparte.

No son pocos los datos curiosos que va arrojando aquí y allá; como por ejemplo, que durante cierto tiempo después del viaje de Magallanes, los europeos se obstinaron en creer que más al Norte tenía que existir otro pasaje marítimo que conectara los océanos Pacífico y Atlántico, el cual fue bautizado de antemano como Estrecho de Anián. O que catorce años antes del hundimiento del Titanic, una novela del escritor Morgan Robertson predijo, en cierta forma, el evento. O -y creo que esta es una afirmación tan audaz como controvertida. que América no debe su nombre a Vespucci, sino que ya se llamaba así desde antes, siendo corrupción de "Amerigo". De la Croix analiza los enigmas del Triángulo de las Bermudas, dejando bastante claro que, al menos para él -y francamente, también para mí- el tema está muy inflado, muy magnificado. Explica que por ejemplo, en torno al Mary Celeste, encontrado a la deriva -ni siquiera dentro de los límites del Triángulo, sino cerca de las Azores- se ha creado una leyenda fabulosa que excede los hechos reales, aunque precisamente como hecho real se la describa. De la Atlántida hace una mención bastante escueta, sin duda porque -a diferencia de todo lo demás- hasta el momento no consta que sea mucho más que una leyenda y su base histórica es muy difusa y discutida.

Esto para dar una idea de lo que trata este libro. Viene ahora el momento de evaluar sus pros y sus contras. De la Croix, marino retirado varias veces galardonado en Francia, su país natal, escribió este libro, se nota, con gran entusiasmo, un entusiasmo contagioso y empapado de talento, que se combina con aquél para despertar interés inclusive en lectores que, quizás, no tienen preferencia por estos temas. Gusta de teorizar, pero no particularmente de divagar. ¿Más claro?: están los fabricantes de misterios -por lo general autores de best-sellers tan famosos como disparatados y seudocientíficos- y quienes intentan resolver enigmas ya existentes, admitiendo eventualmente su derrota si no lo consiguen. De la Croix es sin duda uno de estos últimos.

Claro que por otra parte, habiéndose publicado este libro en 1978, cabe suponer que muchos de estos misterios que De la Croix viene a presentarnos aquí deben haber sido resueltos desde entonces hasta ahora. Tengo entendido que así ocurrió, en parte, con la expedición dirigida por Sir John Franklin -aunque siguen sin ser hallados los restos del Erebus y el Terror- y con muchas preguntas sin respuesta que subsistían en torno al Titanic, por dar apenas un par de ejemplos. Por supuesto, esto no atenta contra lo disfrutable de la otra; al contrario, puede hasta añadirle un plus adicional al incentivar al lector a averiguar por cuenta propia el estado actual de los conocimientos acerca de ciertos temas, algo que hoy está prácticamente al alcance de todo el mundo gracias a la Internet.

Eso sí, Monsieur de la Croix: a alguien tan profesional como usted, ¿qué le costaba incluir una bibliografía final, para respaldar con mayor solidez sus aseveraciones?

Escrita hace 12 años · 0 votos · @EKELEDUDU le ha puesto un 9 ·

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