NÁPOLES: EL INFIERNO DE LA CAMORRA por _567_

Portada de GOMORRA

Cuando uno lee los periódicos o ve una noticia en TV referente a las diferentes mafias que pululan por el mundo extendiendo sus tentáculos sobre cualquier actividad delictiva, o fuera de las leyes creadas por los hombres como sociedad civilizada, nunca acaba de dar veracidad a la información que se le transmite, demasiados tiros recibidos por parte de quienes parecen informarnos con la lección bien aprendida sobre lo que, como y en que medida, se ha de decir. La sensación de verdad siempre queda disfrazada bajo una máscara invisible diseñada por el mayor y más poderoso sastre que conocemos en el mundo occidental, ese que en sus momentos de ocio más depravados nos viste con minifaldas confeccionadas con viejas cartillas de ahorro, cinturón vacilón para aprovechar las moneditas de 2€ incluido, para después levantarnos las faldones de la ilusión y darnos por culo sin concesiones: Poderoso caballero Don Dinero…

Leyendo esta novela, debo decir que durísima como estrellarte contra un muro de impotencia, uno (el mismo que escribe el párrafo de arriba) aprende como funciona esta gran empresa internacional, organizada desde la cantera de base, que son los chavalines que habitan los barrios más pobres que circundan el puerto de Nápoles, ansiosos de poder material; Secondigliano para ser más exactos. Eh! Para que te hagas una idea, mírate de arriba abajo o simplemente aquello que rodea la habitación donde tienes el ordenador: Todo lo que existe pasa por ese puerto, absolutamente todo: telas, ropas, artículos de plástico, juguetes, martillos, videojuegos, chaqueta de moda, taladros, drogas a la carta, reloj, bambas o pantalón de marca… lo que quieras, Todo es Todo y Todo tiene un precio, Nápoles es el vertedero occidental donde el gigante Oriental, o sea la gran China cebada con mano de obra barata, aboca toda su porquería de imitación, a la mayor gloria de nosotros, consumistas a gran escala que nos empeñamos en ver desfilar nuestra calidad de vida por pasarelas de incultura; miles de contenedores diarios, que cargarán camiones en trayecto por todo Europa, por todo el planeta de hecho, que es como una pareja pecadora… pero con los papeles en regla, para que en unas horas tengas disponible cualquier producto en tu Centro Comercial favorito; hasta desembocar en los grandes capos, familias, y chupópteros varios que subsisten con las migajas que dejan estos grandes tiburones del negocio mercantil, sí, los mismos que aprendieron antes a dar navajazos en la calle que a firmar un talón de millones de euros al cerrar un trato en la Costa del Sol, de puño y letra con pluma mojada en tinta roja, claro…

Entreabriendo los ojos para calibrar lo leído, entre tanta hostia en forma de documento que te los hincha a base de corrupta asimilación de la historia, uno (siiii, el mismo que d-escribe lo anteriormente dicho) acaba asumiendo el mundo en que le ha tocado vivir, mientras se recupera de la fuerte impresión que le ha producido el descubrimiento de los diferentes tejemanejes que lo dominan, a la vez que recomienda su lectura a todas aquellas personas que hace tiempo dejaron de creer en los cuentos de hadas, digamos que les puede servir, y de mucho, como manual de supervivencia para los tiempos que se avecinan.

Roberto Saviano nació en Nápoles y tiene 32 años en la actualidad, este fue su primer libro (2006) y me alegrará que no sea el último. Tras comprobarse la interminable lista de nombres, lugares, actividades, funcionamiento del sistema, etc… que cita en su novela, vive oculto bajo protección policial. No se hasta que punto puede esto ser cierto o forma parte del marketing publicitario de un “best-seller”, lo que queda claro es que la sensación de veracidad que desprende esta crónica esta fuera de toda duda, o al menos así me lo ha parecido. Impactante.-

Escrita hace 12 años · 3.8 puntos con 5 votos · @_567_ no lo ha votado ·

Comentarios

@sedacala hace 12 años

Me parece demasiado benevolente llamarle novela a este libro. La palabra que mejor lo define, la utilizas tú al final de la reseña: crónica. Es una crónica, o quizá reportaje, que conmociona fuertemente sobre todo pensando que esto pasa ahí a dos pasos de nuestras narices. Lo que a mi me llama más la atención es cómo estas personas pueden tener su mente tan marcada por el medio en que viven, como para anteponer éstas formas de vida a todo lo demás.

@_567_ hace 12 años

Crónica. reportaje o ensayo, como puso el creador de la ficha en su momento, son buenas etiquetas para definir este escrito. Sin ninguna duda, es un libro que duele como solo la realidad más cotidiana puede hacerlo. Yo lo llamaría el instinto de supervivencia humana asociado a nuestra condición más animal. Cuando el ansia por el poder económico impera sobre todo lo demás que nos ofrece la vida creo que algo estamos haciendo mal...