MENÚ INVARIABLE por Nastenka

Portada de LAS RATAS

“Pasé la vida disfrazándome de otros. Veía crecer a mi alrededor seres como el Mo- chuelo, Lorenzo el cazador, el viejo Eloy, el Nini, el señor Cayo, el Azarías, Pacífico Pérez, seres que eran yo en diferentes coyunturas. Ellos iban redondeando sus vidas a costa de la mía. Ellos son, pues, en buena parte, MI BIOGRAFIA” (Miguel Delibes)

Delibes nos acerca a una historia cruel, como cruel es la pobreza que inundan las páginas de "Las ratas", como cruel es el abandono, la marginación, la violencia...
Una historia de inculturas, de deplorables condiciones de vida... de un vivir constantemente mirando al cielo.
Delibes nos acerca a un pequeño y humilde pueblo castellano, nos presenta a El Nini, un niño de apenas once años y El Ratero(padre del Nini), nos mete en las tinieblas de su cueva(vivían en una cueva) y nos cuenta como cazan ratas de agua para venderlas o consumirlas, en definitiva... para sobrevivir. El campo es un latifundio de don Antero "El Poderoso" y estos dos frustrados personajes dependen de la vida salvaje y la caza furtiva para cubrir sus necesidades más elementales.
Un relato minimalista de la cotidianeidad de ese pueblo, con su rutina y su desesperanza, con la mediocreidad de sus habitantes, entre las que despunta el potencial de El Nini, que representa(al menos a mí se me presentó como tal) la esperanza, la única luz que brilla en el el oscuro pueblo, no así el resto de los vecinos, que simplemente creen que no merece la pena esforzarse, que allí se perderá el talento del chaval. Este hecho hace que toda la historia sea como una lucha perdida, o ni siquiera eso...porque no hay lucha sino resignación...o rabia, todo lo más..

El resultado es un documento social de injusticia y de denuncia: la situación trágica del campo castellano y las penalidades que padecen sus gentes. Hombre y entorno enfrentados en desigual trance: la frustración del hombre por la falta de horizonte social. Delibes retrata con cruel realismo ese drama social que asola su campo, el campo que tanto conoce y ama, el campo castellano y la postración de la que es testigo al igual que uno más de sus lugareños.

No hay una gran trama, ni hay grandes intrigas...pero si grandes emociones..
No es la historia en sí, sino como se cuenta...y el magnetismo de la narración de Delibes no deja indiferente..

Escrita hace 12 años · 4 puntos con 7 votos · @Nastenka le ha puesto un 7 ·

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