UN LIBRO FANÁTICO Y OLVIDABLE por EKELEDUDU

Portada de VEINTE SIGLOS DE HEREJÍAS

Hubo un José León Pagano, escritor (entre otras cosas) argentino de cierto renombre aunque yo no conozca ninguna de sus obras, y que no debe confundirse con este otro José León Pagano que nos trae VEINTE SIGLOS DE HEREJÍAS, un título que no debe bajo ningún concepto confundirse con un ensayo serio como, por ejemplo, aquel de Stephen O'Shea sobre la herejía cátara. Pagano hijo, abogado, doctor en jurisprudencia y miembro de la Soberana Orden de Malta (entre otras cosas) es un católico de la vieja guardia, lo que explica de alguna manera el tono de este libro. Al comienzo, nos dice en una nota preliminar que las cosas que escribe en este libro, las escribe a título de aficionado, y que no es teólogo. No es mal comienzo mostrarse tan humilde. Lástima que ya en la introducción que sigue encontramos términos como inspiración diabólica, referidos al origen de las herejías, que Pagano define como "errores en materia de fe". Y en el comienzo del primer capítulo, "La cristiandad naciente", hallamos la definición de la Santísima Trinidad y se nos dice que se trata de un misterio que, por ser tal, no puede ser comprendido.

Lo expuesto basta para dejar asentado el rumbo que toma el libro. No el de un ensayo imparcial acerca de los distintos grupos heréticos que existieron a lo largo de estos dos mil años, sino el de un vulgar panfleto impregnado de fanatismo religioso: "La Iglesia es depositaria de la verdad divina...Y la verdad engendra odios, porque es de suyo intransigente. La opinión transige y tolera, la verdad jamás". Con estas palabras, entre otras, justifica el autor las barbaries de la Cruzada contra los cátaros. Ahora bien, algo que no aclara el autor es cómo llegó a la apasionante deducción de que la Iglesia es realmente depositaria de la verdad divina, especialmente teniendo en cuenta que a tal deducción es imposible llegar mediante el razonamiento. ¿O no se basa buena parte de la fe católica en misterios que, como tales, no pueden ser comprendidos, según nos dice el propio Pagano? Y algo no demostrable mediante razonamientos es sólo una suposición, una opinión. En otras palabras, la afirmación según la cual la Iglesia es depositaria de la verdad divina no pasa de ser una opinión y, como tal, debe exigírsele que transija y tolere. Algo que la Iglesia no hizo con los cátaros y otros grupos heréticos, y que Pagano tampoco parece muy dispuesto a hacer en este libro.

El autor nació en 1924; vale decir que, si todavía vive (cosa que ignoro) tiene ya ochenta y siete u ochenta y ocho años. Francamente, por respeto a su avanzada edad me sentí tentado de no ser demasiado duro con esta obra suya. Pero temo que las opiniones que vierte pagano en este libro son ideas muy peligrosas, ideas que han dividido desde siempre a la Humanidad y que conviene que desaparezcan, y cuanto antes, mejor. Admito que, como él, considero que la New Age, acerca de la cual se pronuncia en el último capítulo de VEINTE SIGLOS DE HEREJÍAS, propone apenas un pobre, lamentable sustituto de la verdadera espiritualidad. Pero también esto es una simple opinión, de la que me hago cargo.

Escrita hace 12 años · 0 votos · @EKELEDUDU le ha puesto un 2 ·

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