PROVECHOSA AMALGAMA DE RELIGIÓN Y PSICOLOGÍA, PARA UN PÚBLICO EMINENTEMENTE MASCULINO por EKELEDUDU

Portada de LUCHAR Y AMAR

Anselm Grün es un monje benedictino que ha cursado estudios de Filosofía, Teología y Administración de empresas. También se ha interesado en la tradición de los primeros monjes cristianos y la ha relacionado con la psicología actual. Quizás todo esto no diga mucho al común de los lectores, pero si a lo dicho añadimos que en el volumen que estamos comentando acepta el carácter eminentemente mítico de algunas figuras bíblicas, que no se pronuncia contra la masturbación, que pone en pie de igualdad a ambos sexos -dando a entender, incluso, que no habría obstáculo para que se admita a mujeres en el sacerdocio- y que acepta la homosexualidad como algo natural, quedará bastante claro que Grün pertenece a la corriente más progresista de la Iglesia Católica en vez de anquilosarse en tradiciones rígidas y normas condenatorias. Cómo hasta el momento no ha sido excomulgado es algo que cuesta entender, pero bienvenido sea. Creo que la Iglesia necesita más guías espirituales como él. Y Grün considera, a su vez -con mucho fundamento, me parece- que la Iglesia necesita hombres más activos, más aguerridos, más decididos a cambiar el mundo o al menos lo que puedan modificar de él. Ya desde el mismo prólogo, sin embargo, comenta que lo que se suele ver actualmente es lo opuesto. Los hombres que se acercan actualmente a la religión son en general tímidos, tienen la dignidad y autoestima vulnerada y su aproximación a la fe proviene de una necesidad de consuelo. No está mal; pero la fe debería ser ante todo un tonificante que infunda nuevos bríos a la persona, no un bastón para dar apoyo a un espíritu tembloroso.

En un enfoque sumamente positivo, Grün -al parecer uno de los autores cristianos más leídos en la actualidad, y se entiende por qué- no ignora ni alienta a ignorar el flanco sombrío o nefasto, por llamarlo de alguna manera, que existe en cada ser humano. Pero antes que a rasgarse las vestiduras, insta al varón a conocerse a sí mismo, a adoptar una postura sanamente combativa y a trascender, hasta donde le sea posible, sus humanas limitaciones, llevándolas mucho más allá del punto actual. Nos habla de fusionar, como en una especie de crisol alquímico, dos elementos muy disímiles, el ánimo o energía masculina, que hace al hombre agresivo, y el ánima o parte femenina que subyace en él y que lo impulsa a la ternura, al amor, a la compasión; manifestando, con mucha lógica, que la lucha sin amor puede ser destructiva, y el amor sin lucha, inoperante.

Y para iniciar esa fusión, Grün propone dieciocho personajes bíblicos, analizando la característica predominante en cada uno, sin ignorar sus debilidades y sombras, y erigiéndolas en arquetipos: esos modelos que, según Carl Gustav Jung, logran que la persona se identifique con ellos, haciéndola en contacto con regiones ignoradas de su propia psiquis. No está mal la idea, y no creo que haga falta ser cristiano para interesarse por este libro... Lo que, por supuesto, no significa que éste mágico, que solucionará la vida de quien lo lea; de la misma manera que una azada o un rastrillo no desbrozarán por sí mismos un jardín si nadie se digna empuñarlos, o que los carteles indicadores en una ruta trasladarán automáticamente al viajero al sitio al que desea llegar. No: esta obra brinda pautas, guías que sirven para conocerse uno mismo, si se tiene el coraje para hacerlo. Porque no siempre es fácil animarse a emprender un viaje interior. A nadie le gusta verse enfrentado a su propia cobardía, a sus rasgos más viles o mezquinos, pero el caso es que para superarlos, forzosamente el primer paso debe ser reconocer que están allí, en vez de ocultarlos como polvo debajo del tapete.

Así desfilan por las páginas de LUCHAR Y AMAR figuras como Adán, hombre y mujer; Abraham, el peregrino; Isaac, el huérfano de padre; Jacob, el padre; José, el mago; Moisés, el guía; Sansón, el guerrero; David, el Rey y otros. Todos ellos, seres humanos falibles y próximos, por lo tanto, a cualquiera de nosotros, y no iconos inalcanzables. Todos ellos, también, absolutamente entregados a Dios, y en perpetua lucha, ante todo, con sus propias falencias humanas. Todos ellos, también, con mucho para dar de sí mismos, como cualquiera de nosotros. Y en el último capítulo, no podía ser de otra manera, aparece la figura que es cénit de la fe cristiana y punto de peregrinaje de sus fieles: Jesús, el Salvador.

Libro pensado sobre todo para varones, LUCHAR Y AMAR puede, sin embargo, ser disfrutado por mujeres, toda vez que también ellas pueden sentirse identificadas con los arquetipos que se suceden capítulo a capítulo. Pero conviene aclarar que, en la introducción, Grün adelanta la publicación de un libro de temática similar orientado hacia las mujeres. Quisiera poder especificar si tal obra llegó a concretarse, y cuál es su título; pero por el momento no he podido averiguar datos al respecto. Disfrutemos mientras tanto el que nos ocupa, que no tiene desperdicio.

Escrita hace 12 años · 5 puntos con 1 voto · @EKELEDUDU le ha puesto un 10 ·

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