UNA REBECA MUY FINA por sedacala

Portada de REBECCA

No creo posible escribir una reseña sobre este libro sin relacionarlo con la película homónima de Hitchcock; todos hemos visto la película y hemos disfrutado con la intriga hasta el final. Como dicho visionado suele casi siempre ser anterior a la lectura del libro, el resultado es que, prácticamente todos, lo hemos leído teniendo conocimiento previo de cómo se resuelve el suspense. Conclusión: el lector, al saberse ya el final, no busca en la novela una lectura de intriga, sino que se la toma como una oportunidad para indagar hasta saber si el mérito de la película REBECA, es heredero del éxito del libro REBECCA, o fue la mano maestra de Hitchcock, la que añadió el interés. Por eso decía al principio que es imposible hablar independientemente de libro y película; aquí, el espacio existente entre literatura y cine, es estrecho y muy permeable.

Se trata de un texto de muy fácil lectura de Daphne du Maurier. Como integrante de la alta sociedad inglesa, había recibido su autora una excelente educación que se trasluce en su forma de escribir la novela demostrando discreción, sutileza y elegancia. Por otra parte, se comprueba leyendo REBECCA que Hitchcock no desvirtuó nada, lo que se ve en la pantalla está inequívocamente en las páginas del libro con la extensión y el detalle propios de la obra escrita, pero sin que nada se inventara ni se manipulara. ¿Esto significa que el guión adaptado es una sencilla selección de las situaciones más importantes del libro? Básicamente, así lo creo yo, lo que no quita mérito al director, (una película es mucho más que un guión y está ahí todo el excelente trabajo de dirección habitual del maestro del suspense); pero el guión está básicamente en la novela y no creo que el director hubiera renegado de ello, más bien me da la impresión de que ambos, escritora y director compartían gustos y cierta complicidad estética.

Pero saliendo un poco de la película y volviendo a la novela, es cierto que está ahí su acertada forja del carácter de los personajes, su delicadeza, muy británica, al crearlos con pocas aristas y muchos recovecos. Me explico; todos hacen gala de buena educación y de contención verbal, todo es: “¿qué tienes cariño? no me ocurre nada querida…” es decir, esa forma de ser tan civilizada de los ingleses, que pueden al final decirse cosas tremendas a pesar de haber empezado muy educadamente. Y ese, es el talante inglés característico que siempre gusta a los lectores, que disfrutan enormemente con esas pugnas dialécticas en las que suele fluir la agudeza y el ingenio del autor así como su capacidad para acoplar el habla del personaje, con el carácter que él mismo le ha conferido. En ese sentido es característico el enfrentamiento entre el ama de llaves y la protagonista; o aquellos en que aparece George Sanders. Pero, para mi gusto el mejor papel es el de ella, la protagonista… a ver sí recuerdo su nombre… no, es que no lo sé. Supone un ingenioso contrasentido, la jugada ésta de darle tanto nombre a Rebecca, que no hace acto de presencia, para luego no decir ni una sola vez como se llama la protagonista; querida por aquí, Sra. de Winter por allá; pero el caso es que la escritora no lo menciona y Hitchcock tampoco; obviamente, no se lo iba él a inventar. En fin, la llamaré señora de Winter, interpretada por Joan Fontaine, actriz que todavía vive con noventa y cuatro años y que es hermana de Olivia de Havilland, la también actriz que hacía el papel de Melania en LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ, es decir, dos lánguidas. Pero esa languidez en este caso está muy justificada. Me parece que toda la ternura que encierra la historia y que permite que sea como es, arranca del carácter afable, bondadoso, incluso un tanto pusilánime de ella. Cosa normal, teniendo en cuenta que su marido, escaldado por anteriores experiencias contrarias, la buscó intencionadamente dócil. En cambio, él, Maxim de Winter, nunca me gustó; comprendo que ése es el papel, pero Lawrence Olivier me resultó siempre antipático. Judith Anderson, el ama de llaves está bien pero no es para tanto como se la ha ponderado y George Sanders, el villano, me parece formidable, ya sabían de sus cualidades tantos y tantos directores que le dieron papeles similares (Eva al desnudo); los hacía muy bien, era inigualable en su papel de cínico.

Resumiendo, típico libro inglés, de estética bastante gótica, en el que prevalece la ironía y la sofisticación de las clases altas británicas, narrado con buen gusto y sencillez y con una interesantísima trama en la que sobresale una intriga de la mejor clase, destripada para casi todos los posibles lectores por la versión cinematográfica, pero que no por ello se convierte en insustancial, ni mucho menos. Hitchcock tuvo aquí el mérito, supongo que entre otros muchos, de propiciar un neologismo de la lengua castellana, cuando decidió sacar a esta jovencita durante casi toda la película, con un jersey fino de punto sin cuello, abrochado por delante. Las españolas de entonces, se fijaron curiosas en ello, y en un alarde de imaginación, dieron en llamar rebeca a dicha prenda femenina y como tal está hoy definida en el diccionario, aunque, bien pensado, era su antagonista y no Rebeca quien portaba la citada prenda. Otra curiosidad; resulta ser Daphne du Maurier también, la autora del relato en el que está basada otra famosa película del mismo director, LOS PAJAROS. En eso y en la existencia de algún otro film más de Hitchcock basado en sus libros, es en lo que me apoyé, cuando afirmé más arriba la complicidad estilística entre ambos. Sirvan un par de imágenes para demostrarlo: las gaviotas lanzándose en picado y chocando enloquecidas contra los cristales de la cabina de teléfono del pequeño puerto marinero, y el resplandor que se va perfilando según avanza el automóvil entre los árboles que delimitan la zigzagueante carretera que da acceso a Manderley.

Escrita hace 12 años · 4.3 puntos con 6 votos · @sedacala le ha puesto un 8 ·

Comentarios

@_567_ hace 12 años

Me temo que después de leer tu reseña esta noche soñaré con mi regreso a Manderley...
No cabe duda de que el recuerdo de la peli de Hitchcock ha influenciado tu escrito, tanto como para darle un metraje prioritario en su conjunto, entiendo lo que dices respecto a eso, sería casi imposible hablar del libro sin mencionar la película. También conocía la historia de la mano de Hitchcock antes de leer el libro, eso no quita que me parezca una buena novela, muy bien escrita además y con bastante más diálogo del que se muestra en pantalla, donde el gordo genial se centra más en sugerirnos el infierno interior de la Srta. Invierno, el apellido le va como anillo al dedo ya que creo recordar que la acción se desarrolla en esa fría estación, por eso hay tantas escenas (fragmentos de la novela, joer que me voy a la peli yo tambien!!! en interiores). Hitchcock siempre fue un gran adaptador de novelas, ahora me viene a la cabeza aquella otra joyita que hizo con "Extraños en un tren" de Patricia Highsmith.
Me alegra que destaques entre el casting al formidable George Sanders, un actor de los grandes de toda la historia, además de Rebeca y por supuesto Eva, inolvidable en "El retrato de Dorian Gray", "El fantasma y la Sra. Muir" y una de mis preferidas del cine negro: "Mientras Nueva York duerme" de Fritz Lang.

*El ejemplar de mi biblioteca es de la editorial Orbis, una serie que sacaron de venta en quioscos hace bastantes años sobre novelas adaptadas al cine, ¿alguien recuerda esta colección?, esta es la nº22 y el título en español es "Rebeca" sin la doble CC, lo digo por si la caratula de la ficha es de la edición inglesa!, aunque supongo que da igual...

@Faulkneriano hace 12 años

Buena reseña, Sedacala. Al final va a resultar que te va también el cine. Aunque usas distinto rasero para medir a Ford y a Hitchcock: de Las uvas de la ira decías que salía Henry Fonda con gorra y una señora gruesa y vieja que es su madre y terminabas diciendo que "tiene muchos, muchos años". Los mismos que Rebeca: las dos son de 1940. Lo que pasa es que ésta te debe gustar más, confiésalo.

Me ha hecho mucha gracia lo de las dos lánguidas. La verdad, Olivia-Melania es de lo más lánguida (sobre todo cuando llamaba a su amado Asssssssshley, al menos en la versión doblada) y su hermana tampoco se queda atrás. Ambas son (o eran) no obstante, muy competentes. en su oficio.

Es cierto que a Hitchcock le gustaban las novelas de esta mujer y sentía cómodo con ellas: Los pájaros y La posada de Jamaica lo prueban. Don Alfred prefería, según confiesa, las novelas fáciles, que no le plantearan grandes problemas y le dejaran las manos libres para hacer y deshacer. No me lo imagino adaptando a grandes novelistas. La novelita de Robert Bloch que dijo origen a Psicosis es rematadamente mala y algunos de sus materiales originales eran un poco de derribo. La mejora autora a la que adaptó fue sin duda Patricia Higsmith, pero ese es otro cuento.

Leí Rebeca de preadolescente y me gustó mucho, aunque no entendí por qué se armaba tanto revuelo con una muerta. Recuerdo, sobre todo, los paseos invernales de la protagonista y, no me preguntéis por qué, una cabaña medio abandonada donde se recogían los botes. Me enteré también de lo que debia hacer un coroner (las novelas eran muy instructivas, a falta de internet) y coss así de variadas. Luego volví a leerla y ya no me gustó tanto: algunas novelas, creo, no deberían releerse, sobre todo si se sospecha que no son todo lo buenas que podían ser... En su descargo puede decirse que la señora Daphne es muy pulcra y demuestra un buen oficio, cosa obligatoria en los años 30 y 40 (ya no tanto). Queda, eso sí, la película de Hitchcock.

@FAUSTO hace 12 años

Excelente comentario, Sedacala. Como bien dices es imposible no tener presente la película al leer el libro. Prácticamente de acuerdo con tu exposición, pero me gustaría apuntar una apreciación diferente sobre la figura del ama de llaves, y una puntualización en la relación de Hitchcock con la narrativa de Daphne.

En primer lugar, el personaje de la Sra. Danvers, según mi opinión, me parece el más interesante y el más logrado de la narración. Tiene muchos matices psicológicos, y como no psicóticos. La autora mezcla muy bien su crueldad, dominación y astucia con la fuerza pasional que tiene por Rebeca, con tintes evidentes de carácter lésbico. Es una obsesión y adoración rayando la necrofilia. La maldad que emana no proviene de la violencia y la agresión física, su fuerza radica en su inteligencia y su poder de manipulación emocional sobre los demás, algo tan escalofriante como otros peligros más evidentes y palpables. Con talante inglés, como bien apuntas.

Una excelente malvada de la literatura y maravillosamente interpretado en el cine. Fue encarnado magistralmente por Judith Anderson. Da la nota perfecta del personaje. Hitchcock, junto a la actriz hicieron una gran composición en varios aspectos: el vestuario, hay escenas que recuerdan a la “madre” de Psicosis; sus movimientos, siempre silenciosos, sigilosos, donde su silueta se “cuela” deslizándose en varias escenas; y por supuesto su cara, un rostro severo e inamovible (con la consabida verruga brujesca) que causa inquietud y temor. Al igual que Rebeca tiene la apariencia de un fantasma, aunque sea de carne y hueso.

También me gustaría apuntar la naturaleza romántica de novela rosa del arranque de la historia, que luego se va transformando en otros géneros literarios. Y que recuerde hay una pequeña diferencia, pero sustancial, entre el libro y el guión, y es la relación de Maxim con la muerte de Rebeca. No voy a ser más explicito para no usar los spoilers y así no fastidio a nadie la posible lectura.

La aclaración que quiero hacer, viene por la película “Los pájaros” (un formidable film) y la adaptación del cuento de la escritora. Aquí todo el peso del guión es exclusivamente mérito y trabajo del director con los guionistas. Hace un par de años o quizás más, leí “Los pájaros”, un libro compuesto por este relato corto y otros cinco más. Pues bien, este cuento es, según mi gusto, el más flojo de todos, y aparte de su baja calidad (hay 2 ó 3 relatos muy buenos) Hitchcock sólo tomó del escrito la idea del ataque de los pájaros y un pequeño hecho. Todo el desarrollo de la trama apenas nada tiene en común con el texto. Si bien, el peso de la historia de “Rebeca” está en el libro, en esta película el argumento proviene del guión, y la influencia de Daphne du Maurier es mínima.

@_567_ hace 12 años

Bueno, apuntar que coincido con Fausto en lo referente al ama de llaves, Judith Anderson esta estupenda en la peli, y a la vez el personaje de la novela de Du Maurier esta muy bien definido en lo oscuro de su siempre inquietante presencia entre líneas, matices de la psique incluidos. Además, no lo dije ayer por motivos de extensión de comentario, coincido con Sedacala lo escrito sobre Lawrence Olivier que en mi opinión es el personaje menos logrado, peor interpretado dentro del casting de la película, a pesar de ser un papel bombón para cualquier actor, ahora me daría por pensar un posible sustituto pero me voy a callar...
Por cierto, mencionar también a Jasper (el perro) que tiene un importante peso en la novela pero que no consigo recordar en la película a pesar de haberla visto 3 veces, hace tiempo en todo caso.
No he leído "Los pájaros", el conjunto de relatos que apunta Fausto, pero la película es una de mis preferidas de Hitchcock, grandiosas Tippi Hedren y Jessica Tandy pero curiosamente me sobra también el principal masculino: Rod Taylor.

@sedacala hace 12 años

Está claro que cada uno tenemos nuestras debilidades con relación a los personajes de la peli. Solo una precisión con respecto a lo de mi distinto trato a Hitchcock y a Ford. No utilizo el mismo tono para hacer comentarios, practicamente a vuelapluma, que para escribir una reseña. De ahí mi estilo displicente al referirme a LAS UVAS DE LA IRA, comparado con el más formal utilizado en la reseña sobre REBECA. Aunque en ambas situaciones me gusta echar mano de cierta dosis de ironía.

Por cierto, después de haber escrito esta reseña, estoy leyendo el famoso librito de Hitchcock y Truffaut, y me estoy enterando de detalles de esta película que no sabía. Pero en general me está decepcionando un poco. ¡Lo habíais puesto tan bien! Y es que, aunque haga mis comentarios sobre cine, en realidad no soy, lo que se dice un cinéfilo. De manera que estos libros especializados se me hacen un poco pesados. Vamos, que el cine no es lo mío.

@Kementari hace 12 años

Menos peli y más novela, señores. No deja de ser una historia de amor (el ama de llaves por su señora) donde la moraleja final es antañona: la malvada Rebeca sólo es un recuerdo. La "verdadera" señora de Winter termina triunfando con su sumisión y su transparencia; sin nombre y sin identidad, pero con marido. ¡Oh, ganadora que dejará su semilla en el caudal genético!

@Faulkneriano hace 12 años

Tienes razón, Kementari: menos peli. El problema es que no me acuerdo apenas de la novela, salvo su pulcritud, y sí de la película, por lo que deduzco, con algo de maldad, que la labor de Hitchcock debe ser más meritoria. De acuerdo en cuanto a la moraleja final.