LA EMPERATRIZ DE LOS ETÉREOS por Shorby

Portada de LA EMPERATRIZ DE LOS ETÉREOS

Lo primero que llama nuestra atención: su portada de colores azules, blancos y llena de purpurina (una monada). Dentro de ella, una novela juvenil que transcurre en un entorno místico y ambientación puramente fantástica firmada por Laura Gallego García.

Ganadora del concurso Barco de Vapor y autora de varias novelas juveniles, entre ellas un par de trilogías de mucho éxito entre niños y no tan niños, esta valenciana nos escribe lo que puede tomarse como una metáfora sobre la anorexia, que por cierto se esfuerza en desmentir.

“Cuentan que, más allá de los Montes de Hielo, más allá de la Ciudad de Cristal, habita la Emperatriz en un deslumbrante palacio…”

Así empieza la novela, una epopeya fantástica donde se dejan de lado dragones, magos, hadas, unicornios, etc. para pasar a un mundo completamente atemporal dentro de una trama bastante simplona, pero efectiva, en la que los protagonistas –y en ello reside su atractivo- no son personajes convencionales.

La historia, que transcurre en un mundo helado, cuenta básicamente el viaje de Bipa, personaje principal que evoluciona claramente a lo largo de la novela, acompañada del entrañable Nevado, un muñeco de nieve que cobra vida gracias a una piedra mágica: el ópalo.
Bipa vive, junto con el resto de su pueblo, en el interior de las cuevas, donde están protegidos del frío y las amenazas del exterior (quizás pueda recordar vagamente a la metáfora de Platón, donde los prisioneros de la cueva no veían más allá de sombras proyectadas por el sol). La muchacha tiene que partir en busca de Aer, un joven que salió al exterior y del que nunca más se supo, tan sólo que fue en busca del palacio de la Emperatriz.

Durante este viaje, los personajes sufren un cambio somático, al cual me refería con la metáfora que mencioné antes. Para llegar al palacio, hay que ser etéreo, puro, conseguir el abandono del cuerpo físico, esa transparencia anhelada… y eso es a lo que Aer aspira mientras se va desvaneciendo según avanza en su camino. Pero no sabe que ese fin que busca, es el mismo que puede destruirle si consigue llegar a él.
Aunque Gallego lo niega, alegando que es pura coincidencia, son muchos los que consideran esta novela una crítica a la sociedad, la cual nos estereotipa a todos bajo el peso del canon físico.

En resumen, tenemos una obra de muy fácil lectura, donde logrados personajes y escenarios no dejan indiferente al lector.

Escrita hace 12 años · 4 puntos con 3 votos · @Shorby le ha puesto un 10 ·

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