¡¡¡¡LARGA VIDA AL CONDE DE MONTECRISTO!!!! por Hamlet

Portada de EL CONDE DE MONTECRISTO

Cuando empecé a leer este libro muchas eran las expectativas depositadas por mí en él. De hecho era una novela de la que había oido y leído cosas muy positivas y atractivas. Una vez acabado, no tengo más que decir que no sólo se han confirmado todas ellas, si no que incluso en muchos sentidos se han visto superadas. EL CONDE DE MONTECRISTO es una novela emotiva e inteligente, donde el entretenimiento no viene reñido con la reflexión, donde la acción no excluye la introspección y la hondura. EL CONDE DE MONTECRISTO es en definitiva una de esas obras mayúsculas, desprendedora de un encanto y fascinación tan grande y variopinta que atrapa a muchos tipos de lectores, sean cuales sean sus gustos, sea cual sea su época, su nacionalidad, y en resumen sus circunstancies concretas. Sencillamente, porque EL CONDE DE MONTECRISTO es, y quizás parezca pedante cuando no una perogrullada el decirlo, una obra universal de la literatura. Y lo digo con total rotundidad porque hay obras, como esta, que tras su lectura, nos dejan la intuición, en el sentido de certeza directa que nos embarga y ahuyenta cualquier atisbo de duda, de que acabamos de asistir a algo pocas veces logrado aunque tantas veces predicado: una obra maestra. Mucho se puede decir de ella, de sus fascinantes personajes, de sus ricas y absorventes tramas, de su barroco pero noble y alto lenguaje, de sus diálogos, de sus significados, etc,etc... pero no vale la pena hacerlo, porque esta es una obra que no necesita que nadie hable por ella, porque el hacerlo, aun cuando sea para bien, para ensalzar sus muchos atributos, siempre será un enflaquecimiento, una injusta reducción, de lo que en realidad ofrece.

Escrita hace 13 años · 4.5 puntos con 8 votos · @Hamlet le ha puesto un 9 ·

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