POTTER-VOLDEMORT: TERCER ROUND por EKELEDUDU

Portada de HARRY POTTER Y EL PRISIONERO DE AZKABAN

Harry no anda de suerte. Los alumnos de tercer año del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería tienen permiso para visitar, los fines de semana, el vecino pueblo de Hogsmeade, el único en Gran Bretaña habitado exclusivamente por magos; pero para eso precisan una autorización firmada por padre, madre o tutor legal, y él se ha enajenado toda buena voluntad que en tal sentido pudiera tener tío Vernon (muy optimista es suponer que tal buena voluntad haya existido), pues usó magia para inflar a la insoportable tía Marge que estaba de visita y lo maltrataba verbalmente. Fugado por ello de casa de sus tíos, se entera de que cierto preso evadido y cuya fuga fue publicitada por TV no es en realidad un muggle, sino Sirius Black, nombre que ya conocido y del que nos enteramos ahora de que es un mago tenebroso escapado de Azkaban, la prisión de los magos. Black, antiguo cómplice de Lord Voldemort, al parecer quiere vengar a éste asesinando a Harry, motivo por el cual no extrañará que Cornelius Fudge, Ministro de la Magia, esté aguardando al muchacho en El Caldero Chorreante para precaverlo en tal sentido. Ya más asombroso es enterarse -alguna buena noticia tenía que haber entre tanta yeta- de que contrariamente a lo que temía, no ha sido expulsado de Hogwarts por hacer magia fuera del colegio.

Nuevo año escolar, nuevos profesores, incluso nuevas materias... Un tal Remus Lupin se hará cargo de la embrujada cátedra de Defensa Contra las Artes Oscuras, y Harry lo conocerá ya en el Expreso de Hogwarts, donde unos dementores, siniestras criaturas que se nutren de la desesperanza y el dolor humanos, y que tienen a su cargo la custodia de Azkaban y la captura del evadido Black, registrarán vagón por vagón en busca de este último. Harry se desmaya al tenerlos cerca, lo que más tarde le acarreará las burlas de Draco Malfoy y sus compinches. Lupin será quien salve a Harry de estas criaturas que parecen más temibles que el propio Black, y también quien lo provea del antídoto más eficaz contra su ataque: un trozo de chocolate. Más tarde, Lupin demostrará ser un profesor competente y ya en su primera clase se mete en el bolsillo al alumnado impartiéndole una lección práctica de defensa contra un boggart, un ser capaz de cambiar de forma, convirtiéndose en aquello que más se teme.

Menos divertidas serán las lecciones de una de las nuevas asignaturas optativas, Adivinación, a cargo de la profesora Sybill Trelawney. Por un lado, porque salvo las entusiastas Parvati Patil y Lavender Brown, todos serán un fracaso en dicha asignatura, incluyendo a la brillante Hermione Granger, de quien nadie entiende cómo diáblos se las ingenia para asistir a todas las clases de su sobrecargado horario escolar. Por otro lado, porque ya en la primera clase la profesora Trelawney cree ver, en la borra del té de la taza de Harry, un grim, perro negro cuya visión presagia muerte. Aunque más tarde la profesora Mcgonagall desestima el incidente asegurando que no hay año en que Trelawney vaticine la muerte de un alumno -y los aparentes finados en ciernes siguen gozando de excelente salud al día de la fecha-, Harry no queda del todo convencido, porque efectivamente él se topó con un perrazo negro al fugarse de casa de sus tíos, llevándose tamaño susto; y además, con este asunto de la fuga de Black, la predicción no suena tan descabellada.

En la otra materia optativa escogida por Harry y Ron, Cuidado de Criaturas Mágicas -enseñada nada menos que por Rubeus Hagrid en reemplazo de un tal Kletterburn que se retiró "para poder disfrutar en paz los miembros que le quedan" (????!!!!!)- la primera clase también es poco feliz. Hagrid intenta enseñar a sus alumnos cómo tratar a los hipogrifos, criaturas que parecen una rara mezcla de águila y caballo; pero Draco Malfoy no presta atención a sus instrucciones y su torpeza le vale el ataque se uno de estos animales, de nombre Buckbeak. Esto traerá problemas cuando la noticia del hecho llegue a oídos del influyente y desagradable Lucius Malfoy; y por cierto, ya que de problemas hablamos, otros de diferente índole se avecinarán cuando Severus Snape se entere de que Harry ha estado yendo a Hogsmead, pese a no contar con la debida autorización,merced a cierto mapa mágico que le regalaron Fred y George Weasley.

En torno a estos ejes y algún otro gira la trama de HARRY POTTER Y EL PRISIONERO DE AZKABAN, que depara a sus lectores la siempre eficaz combinación, en dosis exactas, de sorpresa, suspenso, fantasía no desconectada de la realidad, humor, emoción y quizás muchas otras cosas que en este momento se me pasan por alto. El clima oscuro de la saga va in crescendo y aquí empiezan a darse más detalles, por ejemplo, de los famosos cómplices de Lord Voldemort, de los que antes sabíamos que existían y nada más. Rowling, además, continúa impartiendo al paso sabias lecciones de humanidad, por ejemplo en el caso de la comprensiva y constructiva actitud de Lupin hacia el acomplejado Neville Longbottom; lástima que muchos lectores quizás le presten menos atención que Malfoy a las lecciones de Hagrid. Pero como sea, la autora sigue demostándose una de las más notables escritoras de fantasía de todos los tiempos. Nosotros, agradecidos..

Escrita hace 12 años · 2 puntos con 1 voto · @EKELEDUDU le ha puesto un 10 ·

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