¡DESCACHARRANTE! ¡DESTERNILLANTE!…ÉL ¿QUIÉN SI NO? por Hamlet

Este cómic llegó a mis manos recientemente y de forma accidental, pero ya se sabe que no todos los accidentes (salvando los de tráfico) tienen un resultado lamentable y éste es un buen ejemplo de ello. Cuando tuve el cómic entre mis manos, lo primero que llamó poderosamente mi atención, como no podía ser de otra forma en un primer vistazo, fue su apartado gráfico. Las ilustraciones de Oscar Martín me parecieron frescas, expresivas, con un logrado tono caricaturesco y de una narratividad sorprendente, de aquellas que se percibe cuando sin leer los textos se puede seguir a grosso modo la historia. Además combinaba diferentes tipos de acabado, siendo el habitual un acabado a lápiz sin entintar y con buen coloreado.
De Oscar Martin tan sólo sabía que era el autor de SOLO, cómic patrio post-apocaliptico que tiene por protagonista una violenta y fornida rata antropomórfica ( no confundir con GORKA de San Julian), y al que he de echarle el guante visto lo visto en este cómic.
Posteriormente, también supe que además lleva años siendo el dibujante para toda Europa de los tebeos de TOM Y JERRY (y se nota), y que incluso la legendaria Warner Bros, pensando que se trataría de un abuelete como Carl Barks, le otorgo el “premio a toda una vida de trabajo por su contribución a los personajes de Tom y Jerry”. Ahí es nada.
En este contexto de descubrimiento me lancé a la lectura de ÉL y ya desde la primera página, ¿qué digo?, corrijo, desde la primera viñeta me enganchó como hacía tiempo que no me enganchaba un cómic: con fuerza y por sorpresa.
Antes comentaba que su excelente apartado gráfico permitía seguir a grosso modo la historia, y es cierto, pero que a nadie se le ocurra no leer sus brillantes e hilarantes textos, porque sería algo así como no probar la mitad de una pizza cuatro estaciones, toda ella perfectamente equilibrada. Vamos que sería un saboreo incompleto del manjar que ofrece.
Él es un personaje que aparece por primera vez en el blog de Oscar Martín, como un divertimento, y que desde un primer momento adopta una postura de confrontación y queja, diríase existencial, ante su demiúrgico autor, aunque él nunca utilizaría palabras tan altisonantes. Es decir, que es un personaje que no solo transita entre las habituales cuatro paredes que componen una viñeta o la hoja de un tebeo, sino que abre una quinta pared que le permite hablar directamente con el lector acerca de si mismo, de su condición de personaje, del mundo del cómic, y en especial de su creador (del que dicho sea de paso no habla muy bien). De hecho se presenta en su primera viñeta diciendo: “¿Qué hago yo aquí? ¿Qué quién soy? Os lo diré: soy una puñetera parida del dibujante”. Una parida muy bien parida, valga la redundancia, porque nos ofrece uno de los cómics más interesantes, auto-reflexivos, meta-lingüísticos (no creo que meta-comiqueros exista como término), y sobretodo divertidos que he tenido el placer de leer. Además de grandes dosis de humor los aficionados al género encontraran en él cantidad de referencias brillantes a las vicisitudes creativas de un cómic, y un protagonista ácido e inolvidable, pese a su precario nacimiento blogero, que arranca risas y sonrisas a más no poder, y al cual no deberíais dejar pasar la oportunidad de conocer.
Por fin puedo decir, sin atisbo de vergüenza, que ¡he alucinado pepinillos!, como dice un amigo mío cuando quiere expresar un entusiasmo desorbitado e inmediato, más allá de lo intelectual y directamente en lo pasional, por alguna película, cómic, novela o lo que sea.
A destacar también que es la primera publicación de una nueva editorial, OMINIKY EDICIONES, a la que desde aquí quiero, en primer lugar, felicitar por su olfato y saber hacer en la publicación de este tebeo y, en segundo lugar, desear una larga y buena andadura con publicaciones tan estupendas como ésta.
Por si todo lo dicho fuera insuficiente para animaros a su lectura a continuación os dejo un fragmento de la introducción a ÉL, que viene firmada por José Luís Munuera, dibujante entre otras cosas de las nuevas aventuras de SPIROU Y FANTASIO. Otro que ahí es nada. Para que luego digan que el cómic patrio no tiene nivelón.

“Se trata aquí de hablar de tebeos desde los tebeos, un ejercicio metalingüístico, pero que en manos de Martín tiene más de metal, de heavy-metal, que de lingüístico. ¡Y cómo habla, la criatura! Sin palabros extraños, sin citas culturetas, el perro feo discute con su demiurgo y no va desvelando a los lectores algunos de los trasuntos propios a la creación de un tebeo, en directo desde la misma cocina donde se preparan. Con la experiencia propia de quien ha dibujado muchísimos.
Pero no creáis que se trata de un trabajo teórico construido con el único fin de demostrarnos cuán inteligente es el autor, no. Como en todos los tebeos de Oscar, lo que prima es la diversión: la suya propia y la que transmite al lector. ¡Que mal vista está la diversión! Pareciera que por ser divertido, uno es menos inteligente. No es el caso, ya veréis. Resulta que para ser divertido es preciso ser más listo que para parecer listo. También, eso sí, mucho más humilde. Este tebeo, perfectamente de autor, válgame el cielo, perfectamente personal, único e intransferible, perfectamente dibujado, va de suyo, es, además, perfectamente dibujado.
Yo me he reído como un condenado con algunos pasajes. Estoy seguro de que a vosotros también os pasará.
Leedlo y me contáis.

J.L. Munuera. 2010”

Lo mismo digo. Leedlo y me contáis.

Escrita hace 12 años · 4.3 puntos con 3 votos · @Hamlet le ha puesto un 8 ·

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