EL CEBO por Shorby

Portada de EL CEBO

Última novela –hasta ahora- de este pedazo de escritor que sale al mercado.
Ésta se divide en tres partes: Comienzo, donde tras un prólogo ocurrido tres meses antes en Ibiza, Somoza nos presenta la historia y a sus personajes principales en la capital, Madrid, introduciéndonos poco a poco en una espiral de suspense que no da respiro en ningún momento. Sin embargo, cuando parece que la novela pierde fuelle… suelta la bomba y da paso a la segunda parte: Entreacto. Y ya no puedes parar, estás enganchado.
Pero cuando crees que este hombre ya no te puede sorprender, llega el tercero, el cierre: Final.

Nuestra protagonista, Diana, una joven veinteañera con mucho carácter y un pasado para olvidar, es uno de los cebos más preciados de la policía, la mejor y la más preparada. La única que puede dar caza a uno de los asesinos más salvajes de todos los tiempos: el Espectador.

En este thriller futurista se hacen mil y una referencias a toda la obra de Shakespeare a lo largo de toda la novela (cosa que me encantó, pues es otro de mis predilectos, por cierto), ello es necesario para hacer entender al lector qué es un cebo. Un cebo es un experto en la conducta humana, conoce el psinoma y es adiestrado sólo y únicamente para hacer uso y abuso de ese poder a modo de arma, para lo cual crea máscaras que ayudan a atrapar al delincuente en cuestión, dependiendo de la filia del mismo (su deseo, su debilidad).
Sé que es complejo, que así explicado no se entiende prácticamente nada… pero el autor lo narra y explica de esa forma tan especial que tiene, que te lo crees a pies juntillas.

La cosa se complica cuando Vera, la hermana de Diana –que también es cebo-, se convierte en el próximo objetivo del Espectador. Esto lleva a Diana a la boca del lobo, y también al lector, pues al estar –en parte- contado por ella misma, es muy fácil meternos en su pellejo.
Además de la chica, tenemos otro narrador, el que nos cuenta en tercera persona la misma historia, vista desde fuera… además de qué hace el Espectador, pues nos acerca más a él como persona y nos aleja un poco de su rol de asesino (ja, muy poco).

Una historia directa, con diálogos claros y realistas, en la que no puedes hacer otra cosa que comerte la cabeza o pensar quién será el asesino, que está llena de giros inesperados que te dejan más de una vez con la boca abierta y los ojos como platos… mientras no puedes evitar pensar en alguna ocasión: ¿y cuál será mi filia? Creo que la mía es este autor.

No puedo decir más del que es uno de mis escritores favoritos… salvo que, de nuevo, me quito el sombrero, señor Somoza.

Escrita hace 12 años · 3.4 puntos con 5 votos · @Shorby le ha puesto un 9 ·

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