PARECE SEDA por Tharl

Portada de SEDA

Parece seda, casi una caricia superficial. El tacto de la lectura es suave, deslizante, ligero y parece mágico. Su forma parece la de la seda, es fina, casi transparente, casi intimista, casi sensual. Sus colores parecen sedosos, casi maravillosos. Parece un hermoso cuento oriental donde lo importante no es el contenido, sino la forma y el tacto hermoso de la tela. Un cuento sobre un protagonista que observa impávido su vida, un protagonista que es casi como la seda, con una vida que parece la nada.

Parece seda, casi lo es. Pero no logro quitarme la sensación de que solo es una trabajada y buena falsificación de nailon.

Si es porque no he sabido disfrutarlo, no estaba en el estado de sensibilidad necesario para apreciar su magia, o porque verdaderamente no es auténtica seda no lo sé. Solo sé que he disfrutado con la lectura, pero con el regusto de que le falta la calidad de la seda auténtica japonesa. Aun así, tendré que dar una segunda oportunidad a su tejido casi sedoso, aunque solo sea por las palabras de Vargas Llosa “la novela destaca por su laconismo y sutileza. Lenguaje breve, conciso, sugerente, CASI a la manera de una antigua fábula oriental.” Tal vez tenga razón, todo lo que dice es cierto, cada palabra, pero…

“A partir de 1869, por lo demás, con la apertura del Canal de Suez, llegar al Japón no comportaría más de veinte días de viaje. Y volver poco menos de veinte.
La seda artificial sería patentada, en 1996, por un italiano que se llamaba Baricco”.

Escrita hace 12 años · 4 puntos con 4 votos · @Tharl le ha puesto un 7 ·

Comentarios

@arspr hace 7 años

Iba a escribir una reseña nueva de esta lectura express (casi casi un cuento largo), pero considero más ilustrativo comentar la reseña que más me ha gustado, aunque no sea con la que más coincida. Aunque creo que estoy a medio camino entre esta y la de Shroby.

Para mí, (ojo que va MUCHO SPOILER a continuación), el mayor problema que tiene esta novela es que Baricco pretendía algo extremadamente difícil y desgraciadamente no llega a conseguirlo. O más bien siendo justos, a conseguirlo del todo. Y el resultado queda relativamente artificioso por ello.

No sé si estáis de acuerdo conmigo, pero yo creo que la intención de Baricco no es contarnos la vida de Hervé, sino más bien la de la abnegada Hélène, y en particular las grandezas y sapos que una mujer es capaz de hacer (y tragar) por su ¿familia?, aunque su marido sea(¿mos?) un perfecto imbécil.

Pero el vehículo escogido es ese difícil velero sin timonel que consiste en no contar, en mantener sutilmente a oscuras al lector, iluminándole antes bien las sombras chinescas al borde del camino, más que el camino en sí que solo se vislumbra a retazos. Y claro, dado que estamos con una novela "japonesa", o al menos con los clichés de elegancia y cultura que este toponímico nos trae a todos a la cabeza, (sean o no ciertos), pues aprovechamos para aderezar la historia con ese estilo lánguido, conciso, lacónico, honorable y sensual tan "japonés", según nos dicta nuestra preconcebida imagen (insisto, independientemente de su veracidad).

Y tan tamaña empresa no acaba de carburar del todo bien. Aunque tampoco, en mi opinión, tan "mal" como parece pintar tu reseña. Simplemente, los personajes, Hervé principalmente, quedan demasiado acartonados. Y toda la novela acaba con un cierto tufillo a fuego de artificio, a Baricco gustándose a sí mismo en un elaborado ejercicio de autor, como indica otra reseña.

Pero claro, a lo mejor otros sí consideran con toda respetable, aunque no compartida, justicia que el autor sí ha conseguido lo que pretendía. Y entonces les fascinará. Yo, no obstante, me sigo quedando con "Océano mar", aunque tampoco se acabe de librar en algunos momentos de ese regustillo a artificio.

@Tharl hace 7 años

Muchas gracias por tu comentario a esta reseña que tenía ya olvidada. El libro también. No recuerdo absolutamente nada de los personajes, mala señal, pero sí he recordado un poco el estilo según te iba leyendo. Es interesante tu diagnóstico, pero, y esto lo sabrás tú mejor que lo tienes más fresco, ¿de verdad crees que a Baricco le importan los personajes o son ellos una excusa para su complaciente ejercicio de estilo?

Creo que para la reseña, que he olvidado tanto que no puedo seguir atribuyéndomela como su autor, la opinión del libro no es “tan” mala como tú interpretas. Al fin y al cabo su autor votó el libro con un 7. A mí me da la sensación de que el que la escribió disfrutó de la novelilla, se dejó llevar por su lenguaje poético y fue recompensado, pero le quedó el regusto de que todo podía ser falso, artificioso; y yo hoy diría kitsch. Claro, que leyendo la reseña y tu comentario el libro tiene pinta de que hoy, que además de más pedante soy bastante más gilipollas y sincero, me parecería despreciable. Tiene su gracia rencontrarme ahora con el primer libro en que comencé a detectar y distanciarme de las imposturas literarias. Cobra una importancia fundadora.

Es curioso lo que comentas de Oceano mar. “Seda” creo que es el libro más famoso de Baricco, pero la gente que conozca y le gusta Baricco suelen preferir cualquier otra novela suya a esta. Una amiga mía, amante de Baricco, detesta “Seda” y también prefiere, adora, “Océano mar”.

@arspr hace 7 años

Je, je, me acabo de dar cuenta que mi comentario indicando que tu reseña era un pelo más dura de lo que yo diría, va asociada a un voto de 6 y el tuyo era de 7...

Con tu pregunta sobre las intenciones del autor, no me atrevo a sugerirte que te metas con "Océano mar"... O a lo mejor sí, bien para decantarte a la liga anti-Baricco o bien para indultarle moderadamente.

Este autor va a ser como el japonés Murakami, que o bien desata pasiones, o bien desata bostezos... (Curiosas las dualidades que se producen en algunos libros/autores: me vienen a la cabeza "El Principito" y "Alicia en el país de las maravillas" en alguno de los cuales hice un comentario al respecto).