UNO SE ENAMORÓ DE ELLA AL MIRARLA: EL OTRO AL DEJAR DE HACERLO por Maria

Portada de UNOS OJOS AZULES

Nunca había leído nada de Thomas Hardy, a pesar de mi afición por la novela victoriana, y decidí empezar con este autor del que tan bien me habían hablado dejando para más adelante sus obras más conocidas, como “Tess la de los D’Ubervilles” o “Jude el oscuro” y empezar con una de las menos conocidas, como es “Unos ojos azules”, que además es de las primeras que escribió. Creo que he hecho bien, porque el experimento he descubierto un autor con una manera de narrar realmente lírica, que me ha encantado, aunque la historia a narrar no ha llegado a estar a la altura.

En realidad es una historia muy bien narrada, que a veces peca de momentos efectistas –muy al estilo de Wilkie Collins, contra el que no tengo nada, más bien al contrario-, y sin embargo a la vez es un retrato de la sociedad campestre de la Inglaterra de finales del XIX que profundiza de un modo muy inteligente en los caracteres de los personajes. La pega que le podría e cualquier caso es que son pocos los personajes que se nos presentan de este modo tan redondo, centrándose más en el trío protagonista. De hecho, el modo en el que el autor nos cuenta el modo de sentir de la protagonista, Elfride, con respecto a sus dos enamorados, que no pueden ser más diferentes, es uno de sus puntos fuertes. El modo de diferenciar a los dos pretendientes, el modo de separarlos de un modo muy efectivo pero a la vez muy inteligente –para mí reflejado a la perfección en dos partidas de ajedrez, una con cada uno de los hombres- queda presente a lo largo de la novela, y culmina con la declaración de Elfride de “preferir ser la sierva de un hombre superior que la diosa de un hombre inferior”. Y a pesar del romanticismo protagonista de la novela, hay siempre un regusto amargo y una constante presencia de la muerte: en todos los momentos importantes o clave de la historia hay una presencia más o menos obvia de la muerte, como recordatorio para los amantes.

Una novela muy recomendable, tengo que conseguir alguna otra novela de Hardy, me ha dejado un regusto agridulce muy agradable.

Escrita hace 12 años · 4 puntos con 2 votos · @Maria le ha puesto un 7 ·

Comentarios

@ hace 12 años

Me he parado a indagar en la vida y obra de Thomas Hardy, por dos razones, una, que acabo de terminar con muy buen sabor de boca, el tomo 4 de A LA BUSCA DEL TIEMPO PERDIDO, de Marcel Proust y leyendo sobre él, tuve el conocimiento de que uno de sus autores favoritos fue Thomas Hardy, la otra razón es la casualidad de que haya coincidido tu reseña aquí de una de sus obras.

Parece que el lirismo, es una de sus características principales. Otra, la descripción de la vida en el campo y sus descripciones serenas, profundas e intimistas. Se le tachó de pesimista compulsivo.

Puede que sea buena idea leer algo suyo.

@Maria hace 12 años

No lo dejaría pasar, sí que me parece una gran idea :P
Como digo en esta reseña, probablemente ésta no sea su mejor obra, pero su estilo y el modo en que se entretiene en largas y deliciosas descripciones de la Inglaterra rural (porque las pocas escenas que suceden en Londres las salva de un modo mucho más lacónico) me ha encantado. El modo en que indaga en los caracteres de los personajes es otro punto a favor, por como te hace entender sus hechos, siendo como son personas reales e imperfectas.
Lo recomendaría a cualquiera, al menos intentarlo. Yo ya estoy buscando la siguiente novela de Hardy que leer.

@Faulkneriano hace 12 años

Pues a por las grandes: Jude y Tess. Para qué darse paseos por las colinas si están los ochomiles.

@Maria hace 12 años

Precisamente ando entre Jude y Tess, pero no consigo decidirme :)