LA ASCENSIÓN DEL NAZISMO por sedacala

Portada de EL SEÑOR DE LAS MOSCAS

Tuvieron mala suerte los niños estos al encontrarse con que sobre un total de treinta, apareciese un ser realmente perverso, esto supone un porcentaje tremendamente desgraciado, ya que alguien así, sólo se debería dar uno cada mil, al menos. Y es que el jefe de los cazadores era un mal bicho, de hecho sin ese personaje incrustado en esa historia, estos niños habrían vivido placidamente su aventura en espera de un probable rescate. Pero un Hitler cualquiera puede poner patas arriba cualquier patio y este es el caso. Y una vez que todo se desencadena sí que es difícil de parar. Y ahí, pueden anidar los más bajos instintos, y salir afuera toda la perversidad que el ser humano tiene dentro.

Ahora bien, ¿Es concebible esta historia con adultos? ¿La edad adulta aporta sensatez o aún mas instinto salvaje? Mi respuesta mas inmediata y menos reflexiva me hace decir que con mayores esto no podría ocurrir, pero no estoy seguro.

Lo cierto es que el tema es interesante y me hace pensar que daba más de sí, que Golding se queda un poco corto en el tratamiento de las relaciones entre unos personajes que daban mucho más juego. Me resulta pobre el partido que le saca a un tipo como Piggy y me resulta fastidioso ese toque “moderno” del estilo que utiliza para narrar. ¿Por que no explicar bien la aparición del paracaidista? ¿Por que tarda tanto en aclarar el asunto de Simon? O bien, ¿por que no sabemos lo que ocurre al principio? Es cierto que estos detalles no son lo importante, lo importante es lo que deriva de ellos, pero no sé por que uno ha de estar peleándose con el texto, rebobinando continuamente para ver sí se ha captado bien la idea.

Pero bueno, así y todo, el balance es satisfactorio y no deja mal sabor de boca.

Escrita hace 13 años · 4 puntos con 8 votos · @sedacala le ha puesto un 7 ·

Comentarios

@Tole hace 13 años

Sedacala me ha encantado tu reseña, así que me gustaría comentarla. Primero dices sobre la mala suerte que tuvieron los niños de encontrarse a un tirano en su reducido grupo. No es cuestión de mala suerte, bajo mi punto de vista, el otro día estuve estudiando los tipos de poderes explicados según la psicología, uno de ellos y el más primitivo es el poder adquirido por el carisma de uno de los miembros de un grupo, así que, bajo mi modesto punto de vista, es algo, desafortunadamente, natural que aparezca siempre el personajillo que quiera imponer su poder sobre los demás, por muy inocentes que sea el grupo.

A la pregunta de si es concebible esta historia con adultos, para mí la respuesta es obvia: Por supuesto. Golding pretendía mostrar que se puede crear una sociedad totalitaria hasta con un grupo reducido de inocentes niños. Así que si se puede con un grupo de enanos que no tienen intereses más que satisfacer su propio ego, ¿Qué decir de los adultos?. Yo no dudo que con mayores esto pueda ocurrir, es más lo afirmo, los mayores necesitan algo en qué creer, si no no son felices, otra afirmación desafortunada de la psicología, por esa razón en adultos es más fácil que aparezca un líder incuestionable, porque necesitan algo en lo que apoyarse.
La verdad, que este libro me encantó, pero me dejo un mal sabor de boca, no por su calidad, si no por la idea pesimista y deshumanizada que da del hombre

@Tole hace 13 años

Vaya por delante que no entiendo nada de psicología, es más, se me da muy mal.

La diferencia entre lo que tú has interpretado y lo que yo quería decir, está en la intensidad de la maldad del líder. Tú entiendes que siempre hay alguien que se hace con el poder, incluso en un grupo reducido, y eso, yo también lo suscribo. Pero, yo no creo que el líder haya de ser necesariamente así de perverso; hay grados de perversión y el que aparece en la novela, creo que es excepcionalmente malvado, un Hitler cualquiera, decía yo. Bueno, pues la maldad en grado extremo, no creo yo que sea tan frecuente. Esa era y es mi tesis.

En la otra cuestión, que a mi también me pareció interesante y que yo mismo no supe responder; la idea de que, sí incluso en un grupo de inocentes niños puede ocurrir este desaguisado, con mayor razón ocurrirá entre adultos; no la tengo yo como una certeza.

Los niños, todos lo hemos observado alguna vez, pueden ser tremendamente crueles, lo cual unido a la insensatez propia de su edad, puede ser un coctail explosivo.

Pero todo esto lo digo aplicando una lógica de andar por casa. Repito que en materia de psicología yo, cero patatero.

Tole, gracias por tu interés en la reseña.

@sedacala hace 13 años

Vaya, se me cerró por exceso de tiempo inactivo. El que ha escrito el anterior comentario es Sedacala.

@Tharl hace 9 años

Una interpretación interesante Sedacala. Casa perfectamente con la alegoría de Golding. Una entre tantas interpretaciones posible, claro. Ese estilo moderno que a ratos de fastidioso cuida precisamente de abrir esta pluralidad de interpretaciones y de ceñirla al mismo tiempo a unos márgenes, para mi gusto, demasiado estrechos. Suerte que ningún esfuerzo del autor dará nunca un significado unívoco por mucho que lo intente.

Sin embargo tu reseña intensifica preguntas que me llevo haciendo de la lectura. Surgen precisamente al hilo del papel de los adultos: Los niños han visto su existencia arrojada al mundo de la isla.
Desde ya distinguimos dos mundos opuestos: un mundo externo de seres que -muy evidentemente al final del capítulo 5- son divinizados con sus normas, hábitos y valores y un mundo terrenal real, donde –de nuevo se confiesa literalmente en el capítulo 5- las normas, leyes, creencias y valores del otro mundo transcendental no tienen por qué tener sentido. Es el mundo de los Adultos y el mundo terrenal de la isla.
Ante esta situación hay dos posturas: Ralph y Jack. Ralph es un sacerdote. Solo le preocupa ese otro mundo del que han caído –literalmente- a la tierra de la isla. Quiere implantar las normas de allá arriba aquí abajo, solo le preocupa rendir culto a un fuego y esperar cual judío el advenimiento del Adulto, de su Padre, y la Salvación. Evidentemente a él se enfrenta Jack. Jack vive en la tierra. Es consciente de que el Adulto ha muerto y es necesario nuevos valores. Para él todo es voluntad de poder, cierto, pero es el único que se preocupa por la supervivencia y por una Vida en este mundo, el de la isla, y no en el otro.
Cierto que para Golding ese otro mundo del que han caido los niños es un mundo real, que les manda –de nuevo literalmente- señales caídas del cielo; y que, si no me equivoco, les rescatará. Pero El señor de las moscas es un libro de fantasía. Si dejamos el componente ideológico de Golding a un lado, ¿de verdad Jack es tan terrible?, ¿de verdad sus acciones y su rebelión ante Ralph es equivocada o sólo nos horroriza el desafío a las leyes escritas “en” el origen, allá, en otro mundo al de la isla?

Dejo un par de citas que he señalado y que apoya está interpretación:

“Allí estaba [Jack] el mundo deslumbrante de la caza, la táctica, la destreza y la alegría salvaje; y allí estaba [Ralph] también el mundo de las añoranzas y el sentido común desconcertado.”

“- Lo malo es que... ¿Existen los fantasmas, Piggy? ¿O los monstruos?
- Pues claro que no.
- ¿Por qué estás tan seguro?
- Porque si no las cosas no tendrían sentido. Las casas, y las calles, y... la tele..., nada de eso funcionaría.
Los muchachos se habían alejado bailando y cantando, y las palabras de su cántico se perdían con ellos en la lejanía.
- ¡Pero suponte que no tengan sentido! ¡Que no tengan sentido aquí en la isla!
¡Suponte que hay cosas que nos están viendo y que esperan!”

“- En casa siempre había alguna persona mayor. Por favor, señor; por favor, señorita, y te daban una respuesta. ¡Cómo me gustaría...!
[…]
- Los mayores saben cómo son las cosas - dijo Piggy -. No tienen miedo de la oscuridad. Aquí se habrían reunido a tomar el té y hablar. Así habrían arreglado todo.
[…]
- Si pudieran mandarnos un mensaje - gritó Ralph desesperadamente -. Si pudieran mandarnos algo suyo..., una señal o algo.”


¡Ojo! Vaya por delante que llevo solo la mitad del libro. Me está gustando mucho más de lo que esperaba, por eso no pude evitar pasarme por aquí a curiosear las opiniones. No tengo miedo a spoilers, me lo empecé a leer hace ya años, en cuarto de la ESO cuando nos lo mandaron en Ética. Como era costumbre con los libros obligados, no lo terminé; pero evidentemente me estudié todos los detalles de la trama. Por supuesto, mi profesor de ética no supo ir más allá de las indicaciones de la contraportada: “Fábula moral acerca de la condición humana…”

Un abrazo

@sedacala hace 9 años

Cuatro años es bastante tiempo, sobre todo para una lectura que no está entre las que más me han gustado, ni siquiera entre las que me han dejado huella, conceptos ambos que con frecuencia no son coincidentes.

Cuatro años es el tiempo que hace que leí esta novela y me acuerdo muy poco de ella —sin duda un mal síntoma—, así que, a estas alturas, todas las precisiones que haces sobre sus personajes no las termino de comprender.

Lo que sí recuerdo, es lo de aquel estilo narrativo basado en ocultar datos, o en no exponerlos todos. En aquella época, cuando no me gustaba lo que leía, escribía reseñas críticas, o muy críticas, sin dar demasiadas explicaciones del porqué. Luego vi que no era un sistema fácilmente digerible por muchos, que se sentían ofendidos o atacados y cambié de registro. En aquella época mostré en muchas reseñas mí desagrado por aquellos libros “difíciles”, Conrad, Borges, Bioy, Rulfo, Cortazar... (muchos hispanos, como se ve), pero William Golding apenas entraba en esa categoría porque su dificultad no era tanta como para impedirme leer con interés. Apenas unos brochazos.

Por tanto el asunto de las interpretaciones, tampoco es para tanto, porque, cómo ya decía entonces, yo, de psicología, sé poco. Es cierto que me gustan las novelas que hurgan en la psicología de los personajes (de ahí mi afición por H. James), pero mucho más en lo que tiene de motivación del comportamiento de los personajes en su relación consigo mismos, o con sus oponentes o partenaires, que con un grupo numeroso en el que interviene mucho más lo social que lo personal, como es aquí el caso.

Así que espero que te guste el final tanto como lo del medio. Otro abrazo.