COMPROMISO SOCIAL Y RACIAL por sedacala

Portada de AMOR

Ganadora del premio Nóbel de literatura en 1.993, Toni Morrison, era una de las opciones que tenía en mis últimos planes de lectura así que, dicho y hecho, comencé con bastante interés la tarea. Pero ¡Ay! esta no iba a ser una lectura fácil. Por el contrario, es de las difíciles. Te das cuenta que es buena escritora en la fuerza que tiene el texto, y a la vez, en su sensibilidad. Aprecias también la poesía que contiene su prosa; no se circunscribe a los hechos concretos sino que deja volar su palabra y su imaginación para reforzar el posible encanto o, las mas veces, el pesimismo que preside sus novelas. Todo esto, son factores positivos para mi gusto de lector que no se conforma con un texto demasiado sencillo o desapasionado. Ahora bien, no creo que para exhibir esos valores literarios, sea preciso sacrificar la narración entendida como la cualidad que permite comprender quien es quien y cual es el papel de cada uno. Porque si no identifico a la persona que habla en cada momento, ni sé que relación tiene con los otros, si no esta claro cual es el momento en que habla, ni siquiera de que habla, si entran nuevos personaje sin la mas mínima explicación, es que la cosa va mal. ¿Estamos en el 45 o quizás en el 70? ¿Quién es May? y esas manos mencionadas ahora con las uñas pintadas de color ¿A quien pertenecen? ¿Es posible que vaya por la página 80 de un libro de 230 y aun desconozca informaciones como esas? No creo que la razón de todo esto sea preservar una cierta calidad literaria. No creo que el estilo de la escritora necesite de la confusión como elemento que preside amplias partes del libro. Se podría argumentar, que cada elemento que interviene en su libro es parte de un magma, confuso pero indisoluble, en el que no se puede desgajar nada sin perder la unidad del conjunto... si, se podría decir algo así, y quizás esa confusión forme parte del “sello” de esta escritora, Pero en ese caso debo decir que, así, no me gusta. La confusión como ingrediente, puede interesar a los masoquistas, o tal vez, a un lector sumamente ágil, inteligente, lúcido en identificar las personas en el tiempo y el espacio, es decir, a ese lector que, además, es tan bueno como jugador de ajedrez. Yo, en cambio soy malísimo jugando al ajedrez, y tampoco soy masoquista, claro.
Creo que la prosa de Toni Morrison, si tuviese algo mas de claridad al exponer la narración, no perdería, ni fuerza, ni poesía, ni tampoco ese pesimismo brutal, a la hora de describir la situación de buena parte de la población negra de Estados Unidos y de sus mujeres. Por cierto, el compromiso social y racial, sí que es parte indisoluble del conjunto de su obra.

Escrita hace 13 años · 5 puntos con 1 voto · @sedacala le ha puesto un 4 ·

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