EL MATRIMONIO ESCOCÉS por Maria

Portada de MARIDO Y MUJER
El autor de esta reseña ha idicado que contiene spoiler, mostrar contenido.

Una novela en la que tras un principio que provoca una necesidad acuciante por seguir leyendo (algo que estoy comprobado que es una constante en Collins), llega a un final que le hace justicia, e incluso sobrepasa las expectativas. Esto no pasa todos los días, no está de más decirlo.
Es cierto que en el grueso de la novela, el autor se extiende quizás demasiado en el planteamiento principal con el que se inicia la novela, cayendo a veces en repeticiones un poco innecesarias. Y también es posible que esta circunstancia y las diatribas lanzadas por el autor en contra del deporte (si ésa era su opinión en su época, no sé qué pensaría de la evolución del deporte y los aficionados en Inglaterra y en el resto de mundo. Segura que fuera cual fuera, la expondría con la misma encantadora ironía de la que hace gala en esta novela), entendiéndolo como una vuelta al estado más primitivo (y, por tanto, más inmoral) del hombre pueden lastrar un poco este punto intermedio de la narración; pero el autor coge carrerilla en la recta final, para mí lo mejor de la novela. La historia de Hester, la cocinera, ha sido la que más me ha remitido a las novelas que he leído del autor (las más famosas, “La mujer de blanco” y “La piedra lunar”) y ha sido la que más he disfrutado, deseando llegar al desenlace; además el autor nos regala una vuelta de tuerca al clásico problema del cuarto cerrado. En mi opinión, y sin desmerecer al resto de la historia (que me ha encantado), en estos momentos el autor se crece. La crítica a la indefensión de la mujer (no importa su posición social) ante la sociedad en lo que concierne a la autoridad del marido es otro de los puntos fuertes de la novela. El caso de Anne y, sobre todo, el de Hester, roza el terror.
Una novela adictiva en el que el final no decepciona y en la que la atención del lector, aunque se relaja en algún momento, nunca decae. Tengo ganas de seguir leyendo más obras del autor.

Escrita hace 13 años · 0 votos · @Maria le ha puesto un 7 ·

Comentarios

@Faulkneriano hace 13 años

De acuerdo en todo contigo, Maria. Y bienvenida al club Wilkie Collins. Llevo casi la docena de tomos de este narrador de pura raza y quiero más... La historia de Hester, de primera clase.

@Maria hace 13 años

¡Gracias! Yo acabo de empezar a conocerlo y se me hace la boca agua con la cantidad de libros que escribió :) No sé por cuál seguir ^^

@Hamlet hace 13 años

Mi padre me regaló ARMADALE, también de Collins y de un grosor considerable como parece que es habitul en él. Lo tengo pendiente de leer, pero vamos que me estais haciendo la boca agua con este escritor del que nada leí...aún!!

@Faulkneriano hace 13 años

Pues, Maria y Hamlet, Armadale es una muy buena idea de lectura. Para que os hagáis una idea de la historia que se monta Collins, os cuento que me llevé la novela a unas vacaciones en la ciudad de Cádiz y, un poco por broma, empecé a contarles el argumento a mi mujer y a mi hijo de ocho años tomando una cervecita, y así unos días, a medida que iba leyendo, de manera que se hizo una costumbre y, al final, me dejaban de lo más tranquilo durante la siesta para que terminara antes y les contara el final.

@Hamlet hace 13 años

Ostras que bueno Faulkneriano!!! Menuda historia!! je,je. Ya me has convencido
de nuevo rufian!! jeje Pues nada habrá que leerla cuando se pueda!!

@Maria hace 13 años

Hamlet, la verdad es que sus novelas son muy largas, pero a mí no se me hacen pesadas (bueno, las tres que he leído); es una de las virtudes del autor ^^
¡Qué grande, Faulkneriano! :P Yo también me apunto la sugerencia, para el próximo libro que lea de Collins :)

@Faulkneriano hace 13 años

Alguna vez, creo, he contado lo de la longitud de las novelas victorianas. Hay dos cosas que lo explican. Uno, que las obras se publicaban previamente en forma de folletin y se pagaba a los autores por cada entrega, así que de las quince no bajaba, llegando incluso a veinte. Luego, al publicarlo en tomo, el resultado era un buen tocho. Otra cuestión, todavía más curiosa, era la de las bibliotecas circulantes, a la que te apuntabas por un módico precio. Los usuarios estaban acostumbrados a las novelas en tres tomitos, y consideraban poca cosa un solo volumen, de manera que los autores solían estirar las tramas hasta encajarlas en esa preferencia. Si se fija uno, en las mismas novelas británicas del siglo XIX se hace referencia a esto. Es curioso.

@Maria hace 13 años

¡Qué curioso! Lo de la entrega de las novelas en folletines sí lo conocía (incluso que algunos escritores tenían sus propias revistas, como Dickens), pero no lo de las bibliotecas circulantes, y el prestigio de los tres tomos ^^
Sí, es cierto. Recuerdo una referencia de Oscar Wilde al tema en "La importancia de llamarse Ernesto", y no estaba muy a favor, Jeje.

@sedacala hace 13 años

¿Habéis leído alguno a Thackeray? ¿tiene alguna relación, en cuanto a estilo, con este Collins? ¿conocéis la “Feria de las vanidades"? Ya estoy viendo que María sí. Y le pusiste un nueve.

@Maria hace 13 años

Como bien dices, yo sí :) Para mí no tienen demasiado que ver en cuanto a fondo. Collins me parece algo más "idealista" (no es exactamente esta palabra la palabra más adecuada, pero espero que se entienda lo que quiero decir) en cuanto al planteamiento de los personajes; mientras que los personajes de Thakeray -sería más justo decir de "La feria de las vanidades", que es la única que he leído- se mueven en terrenos más grises (con la excepción del personaje de Amelia). En cuanto a estilo, hace tiempo que leí "La feria de las vanidades", así que no lo tengo muy fresco... No sabría decir, pero para mí ésa es la mayor diferencia entre ambos ^^
Repito que hace tiempo que lo leí, así que quizás alguien te puede dar una respuesta más acertada :)

@JaneEyre hace 13 años

Uoooo, después de leer los comentarios me la llevo a mi wishlist. Me conformo con que esté a la altura de los dos que le leí XDDD