¡VAYA TÍA INSOPORTABLE! por sedacala

Portada de CINCO HORAS CON MARIO

Leí hace poco “Cinco horas con Mario” y como me ha pasado con otras obras de su autor que he leído, no me entusiasmó. Y sin embargo, yo mismo estoy sumamente sorprendido, por que Delibes tiene todas las características formales que suelen tener mis autores favoritos. Si me gusta leer a Galdos, Baroja, James, Mann o Cervantes, me debería gustar también leer a Miguel Delibes.
Centrándonos en “Cinco horas con Mario” debo decir que fue todo un acierto de su autor, que con este libro creó un hito en el novela española. Estimo en lo que valen los valores de este libro que creo que son muchos y buenos. Pero, cuando terminé con la última hoja del libro, tuve una sensación de alivio, de haber finiquitado una labor desagradable, a más no poder. ¿Es posible valorar bien un libro y a la vez detestar su lectura? Ya he comentado en alguna ocasión, sobre una reseña de “SdL” que no se debe juzgar un libro por un comportamiento que no nos gusta de sus protagonistas, pero el caso es que en “Cinco horas con Mario” he sido yo el que ha incurrido en ese error.
Por que, si me ha desagradado, ha sido por el comportamiento, o en este caso por el discurso, de la mujer de Mario. Delibes escribe tan bien este libro, que te lleva a aborrecer sin remedio a esta imbécil.
Plantea algo totalmente creíble, se expresa, exactamente como lo haría ese tipo de mujer, y es tal la eficacia del discurso que te pone malo. A mi me puso malo. Y por tanto el libro me desagradó sin remedio. Pero es magnifico, lo reconozco. Por que no es el caso de un narrador que te esté contando los desatinos de esta mujer. No te la describe el escritor, es ella la narradora, no hay otro personaje con voz en la novela, y cuando cuenta ella, las opiniones o los puntos de vista de su marido, lo hace pasándolos por el tamiz de su propio criterio, con lo cual llegan sesgados al lector; es decir que, durante toda la lectura del libro, hay que aguantar a esta señora, que yo no se como la aguantó su marido, si no es que se murió de eso.
En resumen, que la eficacia narrativa, a veces tiene sus inconvenientes. En este caso el de hacerte pesada una lectura que es extraordinaria. Pero volviendo a lo de el principio, si que he detectado una cierta frialdad o distanciamiento del escritor en otros libros, por lo cual no me termina de entusiasmar. Pero en este caso concreto, más bien es al revés, su vehemencia expresada a través del discurso de ella hace su lectura apasionante, aunque antipática.

Escrita hace 13 años · 4.5 puntos con 2 votos · @sedacala le ha puesto un 6 ·

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