PON UN WESTLEY EN TU VIDA por Shorby

Portada de LA PRINCESA PROMETIDA

“Nos amamos… ¿crees que esto ocurre todos los días?”

Hay cosas que te acompañan toda tu vida. Yo crecí con La Princesa Prometida.

Todos la hemos visto repetidas veces, de hecho, algunos no nos cansamos de hacerlo. Nos sabemos los diálogos, nos hemos sentido cerca de los personajes, hemos estado en Los Acantilados de la Locura esperando al temible Pirata Roberts, en el Bosque de los Ladrones huyendo de la Brigada Brutal, repitiendo en voz alta “Hola, me llamo Iñigo Montoya. Tú mataste a mi padre, ¡prepárate a morir!”, nos hemos enamorado del dulce Westley… ¿Quién no querría un “muchacho” así? Ojalá respondiera “como desees”…

Libro y película se complementan a la perfección. En él, William Goldman ha conseguido que el lector forme parte la historia y se sitúe en cada uno de los escenarios, siendo partícipe de esta historia de aventuras, amistad, valor, intriga, amor verdadero.

Empieza siendo un resumen de otro libro. El narrador explica que era su libro favorito de pequeño, ya que su padre se lo leía, haciéndole engancharse de tal manera a la historia, que desde entonces quiso ser escritor. Cuando su hijo se hace mayor, decide remover cielo y tierra en busca de ese libro para compartirlo con él como hacía su padre hace años; sin embargo el crío es incapaz de leerlo, se aburre con él. Al comenzar él mismo a leer el libro, se da cuenta de que no es el cuento que su padre relataba noche tras noches, sino que explicaba la historia de Florín y además era bastante denso. Su padre simplemente le leía las partes interesantes. Por ello decide re-escribir la historia, redactando la que conocemos todos.

Plagada de toques de humor y acotaciones que él mismo hace, explicando por qué ha decidido suprimir algunas partes de la historia, Goldman nos introduce en un mundo onírico, un tanto predecible, pero que no carece de encanto, con personajes entrañables, tales como un gigante al que le gusta rimar, una princesa que es pura belleza hueca, un granjero convertido en un temible pirata…en fin, todos sabemos quiénes son.
El libro te engancha ya en el primer capítulo, pese a un prólogo denso; en él destacan sus buenísimos diálogos y frases míticas que se repiten tanto aquí como en la película, siendo fácil reconocer cada escena y cada palabra en voz de todos los personajes.

Sin duda, un libro que no me cansaré de recomendar a todo el mundo, en el que, con un desenlace redondo, los capítulos finales nos dejan un sabor amargo y trágico.
¡Inconcebible!

Escrita hace 13 años · 4.8 puntos con 4 votos · @Shorby le ha puesto un 8 ·

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