PRESCINDIBLE por Shorby

Portada de EN EL PUNTO DE MIRA

La novela cuenta la historia de Mal, un treintañero marginal que vive el día a día aburrido como una ostra. Para romper con la rutina, decide visitar el centro comercial de su ciudad y observar a la gente… ¿Nunca habéis pasado una tarde así? Sin duda, es entretenido y bastante divertido, no tenéis más que ir a una calle céntrica y sentaros en un banco (bolsa de pipas en mano, incluso).
En fin, esa es más o menos la idea de este hombre, sólo que él va paseándose con rifle en mano.

En su aventura por el centro comercial, ve personajes tan característicos como un padre de familia que espía en los probadores; un adolescente drogado que camina sin rumbo, pensando en su amor frustrado por la choni de turno; un ama de casa que se pasea buscando ser perseguida por miradas de adolescentes hormonados que suban su autoestima; y finalmente un guardia de seguridad inmigrante que se cree en secreto el primo de Chuck Norris, pues debe proteger el centro comercial.

Algunos de ellos simplemente deambulan para matar el tiempo, otros huyen de la monotonía buscando cosas como el amor o algo de diversidad en sus vidas. En un centro comercial, sí. Algo así como ir a Carrefour a pasar la tarde, pero en vez de tener trece años, tienes treinta.

Las vidas de estos pintorescos personajes se cruzan en un mismo punto de mira, del de Mal. Un sujeto al que la vida y la sociedad no le han tratado del todo bien, empezando por su niñez y siguiendo por su adolescencia, lo cual hace que se plantee ciertas cosas debido a sus problemas existenciales y decida ponerse rumbo a una venganza con arma, sangre y fuego de por medio.

Así, la crítica del comportamiento del ciudadano en forma de novela, que pintaba interesante, se queda en una historia que empieza muy bien pero va desinflándose poco a poco.
Se van intercalando las situaciones que van viviendo todos los personajes anteriormente citados, lo cual hace bastante dinámica y amena la lectura. Sin embargo una vez empieza la acción, todo parece demasiado básico, trillado, como ver un telefilm de sobremesa en sábado.

Y como casi todos los telefilms, no está mal, pero se puede prescindir de él.

Escrita hace 13 años · 0 votos · @Shorby le ha puesto un 5 ·

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