Sinopsis
La ropa no hace a un skinhead y nunca lo hará. Cualquiera puede bajar a Londres, buscar en las tiendas, y si tiene suficiente plata, irse a casa con un completo guardarropas skinhead. ¿Y qué? Eso no los hace skinhead. Tal vez los hace unos bastardos afortunados, pero ser skinhead se trata con certeza de dónde tu corazón está, no de cuánta plata tienes en tu cuenta bancaria. Como Buckett de The Toasters dice: "Hay un montón de gente dando vueltas por ahí con ropa elegante, la cual nunca tuve cuando era chico, pero la ropa no hace al hombre. Las ideas hacen al hombre, y los sentimientos hacen al hombre".
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