Sinopsis
Hasta el presente, las mujeres indígenas no figuraban en la Historia. En los partes militares, se las mencionaba como un vago conjunto de estrafalarias o complacientes. Las crónicas de viajeros las hicieron protagonistas de ceremoniales y rutinas domésticas, pero en esa perspectiva predominaba el gusto por resaltar el exotismo de estas mujeres que peleaban, fumaban o estaban dispuestas a mantener una vida sexual libre.
Este libro llama por su nombre a las mujeres indígenas que tuvieron un lugar destacado en una historia nunca escrita. Pascuala, tirana, codiciosa y rebelde, acosaba a los viajeros en busca de beneficios. La distinguida princesa tehuelche Margarita Foyel hospedó al viajero Musters durante su estadía y fue más tarde objeto de observación y estudio. Agustina Quilchamal traspuso las fronteras entre pasado y futuro al dejar testimonios vivos de la cultura patagónica. La cacica María Grande fue capaz de conducir el destino de su pueblo.
Norma Sosa, especialista en culturas indígenas pampeano-patagónicas, presenta una serie de relatos biográficos de mujeres de caciques, lenguarazas, prisioneras o rehenes, chamanes y cacicas que sobresalieron por su valentía, inteligencia y fuerza vital.
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