LA MANO IZQUIERDA DE DIOS

Portada del libro LA MANO IZQUIERDA DE DIOS

Autor
WILLIAM E. BARRETT
ISBN/ASIN
B00DB1AFJ6
Género
Narrativa
Editorial
DIMOR
Edición
1960
Creada por
ana66

Sinopsis

De joven piloteó un DC3 por cuenta del Gobierno chino,estrellándose en las montañas y siendo encontrado herido por Mieh Yang, el señor de la guerra.Hacía ya tres años que estaba con él y ya tenía treinta años. Jim Carmody había dado al olvido muchas cosas y apenas recordaba esos días. Pero en estos momenos sentía peligro para él que traspasaba lo físico. Estaba descontento, tratando de escapar.Su sueldo era jugado a los dados con Mieh Yang y perdía o ganaba el doble.Y ahora habían herido de muete a un misionero americano. Jim Carmody revisó su maletín.Era el sacerdote Peter O`Shea.El, que ya no pensaba en la religión, estaba ante la suma de latín, griego, filosofía, teología y apologética.Un sacerdote chino le dió la pauta para escapar al decirle que las oraciones son escuchadas. El sacerdote budista que esa muerte fue por alguna finalidad. El severo trato dado a los asesinos del sacerdote hizo de salvoconducto para dar paso a este otro sacerdote que llegó a la misión católica en algunos días, con el nombre de Peter O`Shea: ya no un desertor del ejército chino. Indeciso, por un instante lamentó el disfrazarse con la ropa talar del Padre Peter, pero al ver los ros- tros fijos en él debió decidir entre su liberación de esas montañas o revelar que su sacerdote estaba muerto. A pesar del cansancio, después de una taza de té,le piden se acerque a un moribundo que esperaba los úl- timos sacramentos.Ya no podría explicar nada.Al ponerse la estola vió los ojos del moribundo iluminarse.De sus días de monaguillo recitó frases en latín, sintiéndose despreciable ya que los últimos sacramentos no los sabía.Recordando el rosario lo sacó de su bolsillo recitando mecánicamente.Al día siguiente se enteró que lo esperaban cuarenta y dos matrimonios, treinta y dos bautizos, enfermos graves en el hospital y mu- chos para la confesión.No supo cuando dejó de ser Jim Carmody en medio de la oscuridad del confesio-nario reemplazando al que perdió la vida por ese trabajo urgente. Al decir misa se decidió. Ya no pedía pruebas de la existencia de Dios. Supo que era vigilado muy de cerca por Mieh Yang golpeando a uno de sus vigilantes, olvidando que era sacerdote.Y el señor de la guerra llegó diezmando los pueblos y enviando muchos heridos al hospital.El Padre Peter decidió ir solo a hablar con Mieh Yang que había llegado al pueblo, encontrándose con él quien trató de humillarlo por llevar faldas como una mujer.Sin contestar, ahora con ese algo que un bandido no comprendería, con ojos firmes lo miraba. Conocía su lado débil y cuando le dijo que volviera y le sirviera por tres años más y dejaría tranquilo al pueblo le contestó que podrían jugarlo a los dados. Mieh Yang sólo atinó a decir que con esas ropas no podría ganar.El señor de la guerra tiró los dados y resultaron "tres seices". Gritó de alegría señalando la negra sotana.-Padre,Hijo y Espíritu Santo.-Al Padre O`Shea le tocó el turno y en los ojos de Yang vió el resultado.-No debiste nom-brar a la Trinidad, Yang.- Este sabía perder , retirando sus tropas. Y cuando llegaron del Obispado, lla-mados por él mismo, viendo su sinceridad en todo lo obrado de buena fe, se conformaron con trasladarlo con una visita al Obispo que arreglaba su salida de China disimuladamente. Dejar todo le resultaba doloro-so.Sería su penitencia para toda la vida.

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