Sinopsis
Es una tierna ofrenda a su hijo José, a quien bautizó en su corazón con el nombre bíblico de “Ismael”, hijo de Abraham y Agar, por significar ser fuerte contra el Destino. “Espantado de todo”, confiesa en su breve pero punzante dedicatoria, se refugió en el hijo ofrendándole los riachuelos que han pasado por su corazón.
"Hijo: Espantado de todo me refugio en ti. Tengo fe en el mejoramiento humano, en la vida futura, en la utilidad de la virtud, y en ti. Si alguien te dice que estas páginas se parecen a otras páginas, diles que te amo demasiado para profanarte así. Tal como aquí te pinto, tal te han visto mis ojos. Con esos arreos de gala te me has aparecido. Cuando he cesado de verte de una forma, he cesado de pintarte. Esos riachuelos han pasado por mi corazón. ¡Lleguen al tuyo!"
Todavia no hay ninguna reseña.