Sinopsis
La historia de la conquista y colonización de las Islas Canarias fue convenientemente manipulada por los colonos y sus descendientes durante mucho tiempo, en especial la de las islas más pobladas, llegando en algunos casos hasta nuestros días; todo ello ha contribuido a entorpecer la realidad de los hechos históricos. Como ejemplos se puede citar a Viana quien para embellecer sus fantásticos poemas se inventó todo lo que le pareció. Este autor ha tenido algunos fieles seguidores que, al referirse a Lugo, emplean las patrióticas palabras de: «nuestro general» o «los nuestros», dedicándose en muchos casos a encubrir las barbaridades que cometieron los conquistadores. Las frases, en sí, no tienen mucho de particular; lo más significativo de estos historiadores es su preocupación por enaltecer los nombres de los conquistadores, humillando y despreciando casi siempre a los infortunados indígenas. Prueba de ello es lo poco que se preocuparon por dejar constancia de tantas cosas importantes que actualmente se han convertido en incógnitas.
Este trabajo pretende demostrar que la raza guanche no desapareció, como muchos han creído. Desapareció el idioma, se difuminó la cultura y el sistema socio-político pero quedó lo más importante: la gente.
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