Sinopsis
"Yo puedo salvarte", dicen en distintas ocasiones los personajes de Dios no nos quiere contentos, como si ninguno estuviera en el lugar adecuado y guarecerse fuera la única forma de amor posible. Tristán es el primero en recibir ayuda, luego del derrumbe inesperado de su casa. Niño abrumado por el golpe del azar, se convierte en adoptivo de sus vecinos por inercia de las cercanías. Allí conoce a María, cuyo olor infantil se lo llevará el viento de circunstancias que la obligan a crecer en detrimento de sus sueños.
A medida que avanza el relato, el dolor por vivir se expande. La aparición de Rosa, la Ecuyere, en la vida de ambos, los enfrenta con los "inconvenientes de la bondad". Contorsionista del circo, terminará limpiando la jaula de los leones, obligada por el patrón, como una prueba más de la humillación aceptable. Pero no basta con "atenuar la hipocresía para liberar las esperanzas". La fuerza de la caída obliga a todos a desprenderse de "esa torpe ambición de ser feliz". Y lo que queda es arrimarse a los sentimientos que surgen después de la pérdida, para transformar la furia en congoja y así soportar el ahogo de la violencia vuelta mezquindad. Esta novela de Griselda Gambaro permite abordar la necedad en sus piruetas más pueriles, recorriendo junto a sus personajes una vida que de regalo no tiene nada. Y aunque todo parece ser fruto de una falla (inconsciente o divina) lo que queda es la proximidad de los cuerpos portadores de una ética: "el dolor tiene una memoria insobornable". A través de un lenguaje corrosivo y poético, la autora le devuelve a la ficción su afán de verdad.
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