Sinopsis
NO SE PUEDE ENTERRAR NI OLVIDAR EL DOLOR. EL DOLOR NO SE QUEDA EN EL PASADO NI SE OCULTA BAJO TIERRA. LO QUE SE ENTIERRA NO DESAPARECE. LO QUE SE PLANTA CRECE.
De 1983 a 1987, un joven autor británico llamado Alan Moore revolucionó el cómic estadounidense. Su rompedora etapa en La Cosa del Pantano de DC Comics sentó nuevas bases para la narrativa gráfica y desató una revolución en el medio que llega hasta nuestros días. Moore añadió al terror gótico característico de la serie un estilo narrativo asombrosamente intuitivo y una caracterización profunda y sin precedentes que plasmó el dibujo hermoso y cautivador de colaboradores como Stephen Bissette, John Totleben, Shawn McManus o Rick Veitch. El resultado fue una de las obras maestras más perdurables del mundo del cómic. Ahora, por primera vez, toda la etapa de Moore se recopila en una edición tapa dura. Este segundo volumen recopila los números del 35 al 50 de Swamp Thing.
El volumen incluye la famosa saga American Gothic, en la que nuestro vegetal protagonista recorre diversos puntos de la geografía norteamericana junto a John Constantine, el mago aquí metido a infernal Virgilio, para juntos descubrir la naturaleza elemental de quien antes fuera -¿o no?- humano. Esta "road comic", salvando las distancias, sirve a Moore para plantear en la serie sus ideas sobre las sagas de terror: por las páginas veremos desfilar vampiros acuáticos, una impactante historia que relaciona la licantropía con el género femenino (la influencia de la luna, la menstruación...), un espléndido relato de huellas fantasmales del pasado en una plantación de Nueva Orleans... A cada paso, La cosa irá conociendo algo más de su esencia, y llegará hasta el Parlamento de los Árboles, donde conocerá que su naturaleza elemental no es única. Todo ello desembocará en un cataclismo de magnitud universal en el que el protagonista, junto a los héroes más sobrenaturales del mundo DC deberán enfrentarse a la amenaza final. Y mientras tanto, en los pantanos, Abbey será acusada de delitos contra la moral por yacer con... un vegetal.Este segundo tomo sigue en la línea magistral del primero, con un Alan Moore en horas altas (aunque el prólogo de Stephen Bissette, uno de los dibujantes de la serie, revela que algunas de las ideas que aparecen en la serie también fueron aportados por los ilustradores) y un equipo gráfico (el mencionado Bissette, las tintas de John Totleben) de acorde con el tono lúgubre de la serie.
Todavia no hay ninguna reseña.