Sinopsis
Pocos cineastas han tenido que soportar, a lo largo de su carrera, tal cantidad de prejuicios ideológicos y fílmicos como CLINT EASTWOOD. Ha sido considerado por la crítica más politizada y presuntamente progresista como peligroso abanderado de las más reaccionarias posturas, y por los sectores más puristas como sinónimo del mal gusto cinematográfico. El éxito, tanto crítico como artístico de SIN PERDON le ha aupado a la altura de los clásicos, incontestable categoría dentro de la profunda crisis del cine actual.
La antiguedad de esta edición imposibilita que el repaso de la obra de Eastwood vaya más allá de UN MUNDO PERFECTO (1993).
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